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Quita las malas hierbas de tu vida

¿Te gusta la jardinería? ¿Tienes un jardín al que le dedicas tiempo? Entonces sabrás perfectamente lo engorrosas que son las malas hierbas.

Mientras vivas, persigas y consigas tu éxito, te vas a encontrar muchas veces con malas hierbas. Algunas serán problemas, obstáculos que deberás saltar para subir un nivel más hacia tu éxito. Otras son lo que denomino las personas “Mala hierba” ahora entenderás a qué tipo de personas me refiero. ¿Te suena lo de “Mala hierba nunca muere”? En las películas y en las novelas nos suelen poner en el argumento al bueno y al malo de la historia, y para que haya un final feliz hacen que el malo se muere, pero en la vida real no es así, a la hora de la verdad no se muere el malo sino que tienes que convivir en paz, teniendo al malo siempre intentando fastidiarte (a menos que por gracia de Dios se convierta, se arrepienta, te pida perdón y repare todo el mal que te ha hecho), y a veces el malo de tu historia es una persona cercana a ti, hasta puede ser un hermano, un tío, un abuelo… ¿Recuerdas la historia de Caín y Abel del Génesis? Caín mata a su hermano Abel por envidia a sus dones, su bondad y al amor que le tiene a Dios y que Caín no tiene en su corazón. Caín podría haber dicho: “Imitaré a Abel, también seré bueno y haré las cosas por amor a Dios.”, pero en vez de esto, dejó que en su corazón ganara el mal y al final mata a su buen hermano, inocente, que vivía sin dañar a nadie, haciendo el bien, lo bueno, lo correcto…

y Yahvé le dijo: “¿Por qué estás enfurecido y por qué andas cabizbajo? ¿No es verdad que, si obraras bien, andarías erguido, mientras que, si no obras bien, estará el pecado a la puerta? Y siente apego a ti, y tú debes dominarle.”

Dijo Caín a Abel, su hermano: “Vamos al campo.” Y, cuando estuvieron en el campo, se alzó Caín contra Abel, su hermano, y le mató.

Preguntó Yahvé a Caín: “¿Dónde está Abel, tu hermano?” Contestóle: “No sé; ¿soy acaso el guardián de mi hermano?” “¿Qué has hecho? — le dijo Él —. La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito serás de la tierra, que abrió su boca para recibir de mano tuya la sangre de tu hermano. Cuando la labres, te negará sus frutos y andarás por ella fugitivo y errante.” Gn 4: 6-12 (Nácar Colunga 1944)

Y Dios maldijo y castigó a Caín. Así que mejor que no estés en el pellejo de una persona “Mala hierba” que se dedica a matar la obra buena o la buena imagen de un hijo predilecto de Dios que sabe amarle, porque Dios cuida de los suyos y es quien tiene la última palabra.

Si eres una “Mala hierba” arrepiéntete, pide perdón y repara tu mal hecho, porque mientras hay vida hay esperanza. Pero si sigues empedernido en tu mal, tu maldad irá contra ti, porque así sucede siempre, y con los años vas a llorar mucho, por todo lo que hiciste llorar a esa persona buena, a esas personas buenas… y ¿qué harás cuando te llegue la muerte y vayas a presentarte ante Dios? Se puede engañar a las personas, pero a Dios no.

Te deseo lo mejor, éxito.

Montserrat Bellido Durán

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