Ser flexible te abre puertas

Se suele pensar que con disciplina y un horario perfecto se alcanzan las metas.
Y sí, la disciplina ayuda… pero la vida no siempre es perfecta.
No todos empiezan con condiciones ideales: puede que tengas poco tiempo, muchas responsabilidades, o simplemente estés atravesando un momento difícil. Entonces, llega esa frustración que te hace preguntarte:
“¿Cómo lo hago? ¿Cuándo empiezo? ¿De dónde saco tiempo?”
Ahí es donde entra la flexibilidad.
La flexibilidad ha sido, en mi vida, una de las grandes llaves del éxito:
en mis proyectos, mis emprendimientos, mi desarrollo personal…
¿Qué es ser flexible?
Ser flexible no es rendirse, ni dejarse llevar por la pereza.
Es, más bien, una forma de sabiduría aplicada a la realidad.
Es aprender a adaptarte sin traicionar tus valores, ajustando el ritmo sin abandonar la misión.
A veces tendrás que avanzar rápido…
otras, frenar y reflexionar.
A veces tocará reinventarte, cambiar el plan… pero nunca el propósito.
Flexibilidad también es amor
Ser flexible no es solo una estrategia vital.
También es una forma de cuidar de ti y de los que amas.
Porque si tú estás bien, puedes dar lo mejor de ti:
Acompañar, aconsejar, amar y ser ejemplo.
Pero si te rompes por no dedicarte a tu deseo, pierdes la paz… y eso no ayuda a nadie.
¿Por dónde empezar?
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Elige un proyecto o meta que te apasione de verdad.
Cuanto más lo ames, más fácil será mantenerte firme cuando lleguen los obstáculos. -
Planifica, sí. Pero según tu realidad actual, no desde la comparación.
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Haz espacio para los imprevistos sin perder el foco.
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No esperes el momento ideal. El momento es ahora.
Empieza hoy. Ponte en marcha.
Sé firme en tus valores, pero flexible en el camino.
Te deseo lo mejor: ¡ÉXITO!

Montserrat Bellido Durán
Creadora del Método M.B.D.
Fundadora de Coaching tu éxito
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