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Relación de pareja

Cómo enamorar a tus clientes y a tu alma gemela

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito:

Para enamorar a tus clientes con tus productos o servicios, o sencillamente dejar que fluya el amor con esa persona que es la que Dios ha creado para ti; sé sincero, transparente y sé tú mismo. Sé genuino, no copies a nadie, porque cada persona es única e irrepetible. Por eso tu competencia, y lo que vende, no es como tú ni como lo que vendes.

Muchas personas no venden o no encuentran el amor de su vida porque no saben dar a conocer las cualidades de sus productos, lo que pueden hacer por los demás, o de caras al amor no saben darse a conocer.

Si tienes un producto maravilloso pero nadie lo sabe ¿Cómo te van a comprar?

Si eres una persona fantástica, una persona MAXMUND, pero no sabes tener una conversación amena e interesante ¿Cómo te van a conocer?

Y… ¿Cómo y dónde dar a conocer tus productos y servicios? ¿Cómo darte a conocer a ti mismo de caras al amor que deseas encontrar para toda la vida?

Si vendes carne no te anuncies en webs de comida para vegetarianos. Si eres católico, no vayas a la discoteca a buscar novia, mejor que la busques en www.encuentroscatolicossolteros.com. El escenario adecuado ayuda a llegar a tu cliente y a esa persona que deseas encontrar para casarte y formar una familia.

La lógica y el amor no están reñidos. Ama tu sueño y usa la lógica para conseguirlo.

Te deseo lo mejor, éxito.

Montserrat Bellido Durán

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No mendigues el amor

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito:

No sé si te has dado cuenta de que en muchas canciones de amor, en novelas y películas, la historia gira entorno a un amor platónico o un amor no correspondido y eso es una pérdida de tiempo, porque el amor, para que sea pleno, debe ser correspondido. Por eso te recomiendo que no entregues tu corazón en un primer momento, si no que lo guardes y primero conozcas a la persona que de entrada te gusta pero debes conocer para saber si podéis y queréis un futuro juntos para siempre con la bendición de Dios en el sacramento matrimonial.

Si hay una persona que te gusta a ti, pero ella no te hace caso y te da señales de que realmente no quiere empezar ningún noviazgo contigo, acéptalo, con paz y no te comas la cabeza con ideas negativas de si tú no vales, de que tal vez tienes que cambiar para que se enamore de ti… no va así el amor. El amor romántico fluye y es algo fácil cuando se encuentran un hombre y una mujer que están hechos el uno para el otro. Aunque haya que limarse en algunas cosas para encajar los dos en un proyecto en común, porque cada uno ha tenido su propia vivencia y sus costumbres; la adaptación es fácil cuando ambos congenian y se aman.

No mendigues un amor imposible, porque cuando algo es para ti, lo es y cuando no, no lo es. Y si esa persona no es para ti, no pasa nada, porque cuando aparezca quien es para ti, vas a agradecer que no te hiciera caso esa persona que te rompió el corazón y a quién le dedicaste tanto llanto o tantas horas de intentar hacerla cambiar de idea.

El amor te da paz, te da alegría, te da fortaleza… por eso, cuando un hombre se enamora de verdad de una mujer y ella de él, juntos consiguen grandes cosas, porque hay un deseo mutuo libre de compartir la vida por siempre formando una familia.

Ah, no confundas la atracción física con el amor. De eso te hablaré en otra ocasión.

Te deseo lo mejor, éxito.

Montserrat Bellido Durán

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¿Qué precio estás dispuesto a pagar por tu meta?

 ¿Tienes Claro qué quieres? ¿Qué estás dispuesto a pagar/hacer por ello?

Todo requiere de esfuerzo, sacrificio y trabajar, trabajar y trabajar. Así que es importante que sepas qué es lo que quieres y que lo desees de verdad.

¿Tú eres de las personas que compran o de esas a las que les venden? ¿Te haces la lista de la compra o eres de los que cuando van al supermercado compran lo que realmente no necesitan pero los vendedores han colocado estratégicamente para que lo agarres y coloques en tu carrito. Debes aprender a comprar sólo que necesites y tú quieras, porque esto te va generar un carácter decisivo y selectivo, no puedes ni debes quedarte con lo primero que te encuentres, ni como socio ni como cónyuge ni como negocio ni como producto para vender…

En el amor, por ejemplo, es muy práctico que sepas qué tipo de persona quieres para formar una familia ¿qué valores quieres que tenga? ¿Qué grado de fe? ¿Cómo quieres que sea físicamente? ¿Prefieres una persona delgada o más corpulenta? ¿Cómo quieres que te trate? ¿Quieres que sea más intelectual que deportista? … cuando tienes claro todas estas cosas te ahorras muchos disgustos y el hacer perder el tiempo a los demás.

Es bueno que sepas buscar ofertas, y también que sepas valorar lo que sea de calidad, hay cosas que no admiten rebajas como es el amor o los productos que valen lo que valen.

La vida es corta, así que decide qué estás dispuesto a pagar para tener tu propio negocio, cumplir tu sueño, casarte con la persona que a ti te gustaría encontrar… Y Dios te ayudará a conseguirlo, tú se fiel a tu idea, no bajes el listón.

Te deseo lo mejor, éxito.

Montserrat Bellido Durán

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Cómo elegir pareja

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Es necesario para triunfar en el noviazgo, que tú te sientas bien contigo mismo, que estés en óptimas condiciones físicas y psíquicas, para desempeñar el papel de cónyuge, y padre o madre, para tener el éxito que pretendes tener, porque ya hay demasiados matrimonios fallidos para que tú falles también, y debes de querer el triunfo en esto, porque si no tienes un matrimonio feliz, no estarás en las óptimas condiciones para triunfar en los negocios, en forma para prosperar económicamente y ser también mejor persona. Hay varios refranes populares que dicen: “Dime con quién andas y te diré quién eres”… “Dos que duermen juntos, acaban pensando igual”. Tienes que protegerte de no ir de mal en peor, por elegir mal algo tan importante, como es el dar y recibir amor; porque realmente la vida va de eso, DE AMOR; y si se falla en lo que es el motor de la vida; se falla en tener buena vida. Tienes que tener claro, quién eres tú y quién quieres que sea la persona que te acompañe en la aventura de vivir. Necesitas de alguien que te ayude a realizar tus sueños, alguien que te entienda, que te comprenda, ¡ah!, y que tú, tú también entiendas a esa persona, que la comprendas; y eso, no se sabe por un baile o por tomar juntos un café, sino que se sabe por conocer el carácter del otro; se sabe por saber lo que hace, no sólo lo que piensa, porque pensar es una cosa, y obrar es otra; y decir también es algo diferente, a veces. Lo primero, es que te guste físicamente, sea como sea, pero que te guste a ti; sin ese requisito, no continúes tratando a la persona que pretendas que sea tu cónyuge, por muchas ganas que tengas de casarte; y después de hallar una persona que te atrae físicamente, al mismo tiempo, observa si su manera de hablar, de decir las cosas a ti y a los demás, te gusta; si trata bien a los demás, si es buena y hace el bien siempre; y entonces la observas, miras que sus obras sean buenas, además de sus palabras; luego hablas con ella, con esa persona, y dialogáis sobre temas y sucesos; pregunta su punto de vista y dale el tuyo, porque no es cuestión de saber todo de esa persona, y esa persona no saber nada de ti; hay que mostrarse como uno es, porque no es ir a comprar, el enamorarse, sino que es encontrarse dos personas libres, que libremente y sinceramente, se muestran como son, y si a las dos partes llega el amor; luego se podrá pensar en casarse. A veces pasa, pero, que uno se enamora, y el otro no, ¡esto es lo que más abunda en toda relación!; eso del amor a primera vista y con la primera persona, no suele suceder, aunque pudiera pasar, pero por experiencias de los demás, sabemos que esto no suele ocurrir; más bien, lo común es sufrir por haber amado, y no recibir el amor esperado; o puede pasar y pasa, que primero sí que te aman, y luego resulta que no; o es al revés, primero te parece que sí, que amas, y luego resulta que no era realmente amor, o el “amor” termina en los dos, o en alguno de ambos. Si te ha pasado esto, si esto te llega a ocurrir, ¡por Dios, no te lo tomes a mal!, porque la gente es libre, y mientras no se llegue al matrimonio, puede decidir su vida, sí o no junto a ti; por eso existe el noviazgo, para conocerse, para no fallar en el matrimonio. Esa persona, como tú mismo, es libre de cambiar de opinión, antes de llegar al Santo Matrimonio; luego, ya este contrato es para siempre, ¡hasta que la muerte os separe!, de ser un matrimonio válido. Quiero decirte que compartir tu vida, y una vida de éxito, no se llega a ella ¡por suerte!, sino haciendo planes concretos, y como en los negocios, también en el amor.

Tú a lo tuyo

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Las palabras; si eres capaz de pensar antes de hablar, de decidir si decir o callar, tendrás mucha más fortuna, mucha más paz y menos remordimientos a la hora de recordar tus hechos; y es importante que tú vivas bien contigo mismo, porque la vida va de ti. Amigo, te sugiero el ejercicio de pensar, antes de hablar. Que no te importe lo que te digan, porque lo importante es lo que tú te digas a ti mismo, a solas, en tu examen de conciencia diario; antes de seguir apoyando tus proyectos, cuando revises tus palabras y obras, y si avanzas, sigues o retrocedes en la consecución de tus deseos, entonces, en ti mismo, en oración secreta a Dios, medita todo tu plan de vida, todo tu plan de vida presente, pasado y futuro, para darte cuenta de dónde estás, para animarte a seguir luchando en lo que crees: en ti; porque debes creer en ti, debes vivir para ti y el cumplimiento de tu decisión de tener éxito en lo que deseas, en lo que quieres, y siempre haciendo el bien y lo bueno, lo correcto y justo. Sabes que la ayuda de Dios, ¡la tienes siempre!; sabes que lo que quieres, necesita de tiempo para desarrollarse, de sueño a un hecho material, físico, a una obra real; pero si antes no has soñado, difícilmente serás lo que tú quieres, sino lo que la vida haga de ti; y eso no vale, tienes que decidirte a vivir tú, pero ante todo y sobre todo, cumple siempre con tu deber; y si por cumplirlo, debes esperar a empezar a construir tus sueños, confía en la Divina Providencia, porque Dios nunca falla, jamás te deja; y si debes dedicarte primero a otras cosas que no son tu sueño, ¡hazlo!, porque ante todo y sobre todo, es el deber cumplido. Tu sueño siempre te esperará, y te aseguro que llegará el día en que podrás hacerlo realidad; y te diré más, quizás por haber cumplido con tu deber, Dios te dará más éxito del que soñaste alguna vez; porque a lo mejor, si empezaras ahora fracasarías, por lo que sea, y Dios sabe; y por eso, permite que quizás alguien te necesite, o no tengas los medios necesarios para empezar a hacer realidad tu sueño, para que no lo pierdas en este intento de ahora, y en cambio, pasado el tiempo, este sueño tuyo será un éxito mejor que el que esperas, ya que los sueños hay que hacerlos en su momento; por ejemplo, ¿cuántos sueños se pueden realizar en un país si está en guerra o si pasa por una crisis económica?; hay cosas que uno no puede controlar, pero sí que puede esperar a que pasen los malos tiempos, y mientras, dedicarse a otras cosas y seguir insistiendo en oración a Dios, a solas, sobre los planes de tu futuro. Tampoco puede buscarse pareja, si no tienes las condiciones positivas para ayudar a que la relación no muera.

Tu cónyuge es tu socio

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Tú a lo tuyo; que hablen, que digan, que piensen…tú a lo tuyo. Evidentemente, que mientras te estés labrando un porvenir laboral, mientras estés construyendo tu sueño, no vas a tener dinero, porque todo lo ahorrarás y lo invertirás para que trabaje para ti y te dé la posición económica que esperas, y quieres, y rezas a Dios, para conseguir; entonces, en esos momentos, quizás lo que digan de ti, algunas cosas sean ciertas, como el que no has triunfado; y digámoslo claro, también pueden decir que eres un fracasado, un inútil, un iluminado; porque no es lo mismo, entrar en una empresa y tener un empleo fijo, o ser un funcionario del Estado, con un puesto ya determinado de por vida, que ir a por tu negocio, para desarrollar tus intenciones de crear algo propio y no trabajar para los demás; no es lo mismo, trabajar en algo nuevo y tuyo, que en lo de los demás; son cosas distintas, y cada quién hace lo que desea; pero si tú has optado por la opción de hacer tu propia empresa, de crear tu propio negocio, entonces, está claro que no vas a hacerte millonario en una semana, en un mes, ni en un año; pasarás años de pruebas y trabajo duro; también los que estudian, pasan por esto, y a esos les comprenden, pero quizás a ti no te comprendan; ¡acéptalo!, acepta que lo que hablan de ti, lo que dicen de ti, lo que piensan de ti, puede que para ellos sea cierto, sea su verdad; tú no hagas como ellos, que no te comprenden, tú compréndelos, y acepta que piensen y digan y hablen de ti; ¡tú a lo tuyo!, porque no vas a ir explicando a los demás tus intenciones, tus secretos profesionales; si lo haces para que paren de hablar, entonces posiblemente alguien te robe la idea, o te haga desistir de ella; porque la gente es así, eso lo sabemos todos, y tú tienes que tenerlo en cuenta, y seguir con la tuya, porque es tu vida, es tu profesión, es tu propia decisión, lo que cuenta para ti. Excepto lo que piense tu cónyuge, eso sí que es importante para ti, porque el vínculo matrimonial es SAGRADO; por eso, antes de contraer matrimonio, asegúrate que tendrás EN TODO, el apoyo de tu cónyuge, porque de lo contrario; tu vida será UN INFIERNO, ya que, quieras o no, tu cónyuge es TU SOCIO en todo, incluso de tu empresa o negocio o empleo, porque todo lo que haces, le afecta, y lo que hace él, te afecta a ti; es normal y natural, y ¡no pasa nada!, si lo has tenido en cuenta. Demasiados se casan por el sentimiento sensual y sexual que otra persona le induce a tener, pero ¿qué tal es de carácter?, ¿querrá volar a tu lado?, ¿será un buen cónyuge para ti?; de no ser así, ¡no te cases!, es mejor que sigas esperando AL AMOR; porque el amor existe, miles de personas se aman y son muy felices, ayudándose mutuamente en todos sus sueños, y en realizarlos. Es importante, para ser feliz, que tengas un muy buen matrimonio. Apoya en todo a tu cónyuge, y acepta su apoyo, y si en cosas, que habrá, no estáis de acuerdo, porque sois diferentes; ¡habladlo!, bajo la luz del sentido común y la lógica, de lo legal y moral; rezad el uno por el otro, y juntos; mejor si tenéis la costumbre de rezar cada día en familia, el Santo Rosario a la Virgen María; y Ella, Madre vuestra, que procuró el vino en las Bodas de Caná, procurará por vuestra paz y alegría; y para que la gente no diga, hará lo mismo que hizo por esos esposos que le invitaron a la boda, a Ella y a Jesucristo; que Jesús, Dios, por Ella, por la Virgen María, Madre de Dios, hizo su primer milagro de amor, y los sigue haciendo; millones de personas saben que es cierto, porque han recibido de Dios, por la intercesión de la Virgen María, milagros y gracias, y la ayuda eficaz de Dios Espíritu Santo, que por orden de Dios Padre, y por Él mismo, nos ama tanto; es nuestro Consolador y el que inspira la inteligencia, que cada quién necesita, para salir de los problemas, siguiendo su plan de vida, de ser fiel a la Santísima Trinidad, en compañía de la Sagrada Familia, para hacer con tu familia, una Iglesia Doméstica, donde haya pan y paz, amor y fe, esperanza y caridad; con eso te digo, que la ayuda de Dios, Uno y Trino; ¡jamás te va a faltar!; pero no faltes tú a tú ideal, y te cases con quien no comparte tu modo de vida; se puede servir a Cristo y triunfar en esta vida, porque el éxito es esto: con fe, hacer rendir tus talentos, y servir a otros con ellos, siendo bueno y haciendo el bien, lo correcto, y cumpliendo con tu deber; y todo, por amor a Dios.

Qué es la moral

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La moral, ¿qué es?… En todo lo que se hace y puede hacerse en este mundo, hay el bien o el mal, el sí o el no, lo justo o lo injusto, lo lícito o lo ilícito. Si te riges por los diez mandamientos de la Ley de Dios, tendrás más talento que la mayoría de personas que viven sin normas. Las normas, en este mundo, existen, están presentes en la sociedad, en la familia, en las escuelas, las fábricas, las empresas, los despachos; en estar de alquiler, al conducir un auto, operar a un paciente, escribir un documento, al cocinar; en el gastar, porque sin dinero no puedes comprar; incluso hay normas en tu cuerpo: debes dormir, debes comer, debes amar y ser amado, para poder ser un buen ser humano. Y todo lo que desequilibre la armonía de la vida, es un mal, y todo lo que contribuya a la armonía misma para que siga, es un bien. La pasión, si no se controla, puede descontrolar la armonía familiar, la armonía personal, la armonía cívica, porque la pasión, ese deseo que el cuerpo desea, sea pasión sexual, sea pasión de poseer, algunas veces, incluso lo que otros tienen, no es buena. La pasión debe canalizarse, se le debe enseñar lo que sí que le vas a dar y lo que no podrás permitir que te exija; porque el cuerpo, por sí solo, tiene sus propios deseos y necesidades, que la persona puede y debe enseñarse a sí mismo a darle lo que realmente sea bueno para él, o sea, para ti mismo; porque alma somos, que dentro de un cuerpo vivimos aquí, en el planeta tierra, donde debemos usar de él para vivir el tiempo y ocuparnos de mantenernos con vida, porque vivir es la condición humana de todo ser humano, de todo ser viviente, de toda planta o semilla. La moral es la norma que rige lo racional, el ser seres racionales y no animales. Las personas podemos construir un mundo mejor, a medida que pase el tiempo, y eso vemos que se ha hecho y se hace y se debe seguir haciendo, pero algunas personas son tan, digamos, primarias, que dejan a la pasión, dominar a la razón, y se vuelven irrazonables, y por lo cual, no tienen moral y pierden el rumbo de sus verdaderos intereses. La moral es seguir una serie de normas que te ayudan a vivir bien a ti y a todos, porque son normas éticas que permiten que cada yo viva en nosotros, y formemos un mundo colectivo donde la relación y la sociabilidad, sean de un trato agradable, donde pueda confiar uno en los demás, y los demás en uno; y los líderes son eso, personas en quien uno confía, de quien uno se fía, y pone en manos de ellos, su empresa, su dinero, el prestigio de su nombre, para que los represente, y haciendo de jefe, ahora llamados ejecutivos, tengan a su cargo personas con el carácter adecuado para hacer rendir más y mejor la empresa, el negocio; para hacerlo próspero, y prosperar no sólo en el tiempo, sino en la eficiencia comercial. También necesitas un buen economista entendido en finanzas, además del abogado, que ya alguna vez te lo he recordado. La empresa es como un país, es como una familia, que debe vivir bien e ir prosperando y creciendo con el tiempo. Sin moral, un país, una familia, una empresa, va perdiendo su prestigio, por su infidelidad a las normas que rigen la buena convivencia, y se puede llegar a una guerra, a una crisis económica, a los pleitos entre familias, y a las quiebras económicas; a todo esto estás expuesto, si no eres una persona de honor, si no tienes moralidad, si la tienes por algunas cosas sí y otras no, porque las normas hay que cumplirlas todas, para el buen funcionamiento tuyo como persona; son como los diez mandamientos de la Ley de Dios, que están inscritos en nuestros corazones; y la buena conciencia, es el fiscal que decide si haces bien o mal, si actúas moralmente o dejándote llevar por la pasión instintiva de vivir una vida de placer, sin querer saber nada de que tú debes ocuparte de ti mismo, que debes mantenerte, comiendo y bebiendo, durmiendo y trabajando, porque trabajar es también una condición humana, la primera que nos lleva a ser independientes, a poder sentirnos fuertes, sabiendo que uno mismo, a sí mismo puede darse su sustento y abrigo; por eso es necesario que cada quien se prepare para poder recibir de su trabajo todo lo necesario, e incluso, es importante que ayude a otros a ser dignos de vivir con lo que necesita para sobrevivir en este mundo, en esta tierra plena de riquezas que deberían estar bien repartidas y que podríamos adelantar más en esto, si tú te involucras en el proceso de cumplir con tu misión y dar de ti lo mejor, para que este mundo sea un mundo donde la inmoralidad deje de violar la ley de justicia, que cada quien tiene dentro de él, y la sabe, sobre todo cuando es cuestión de sí mismo. Y todos formamos un todo con Dios, porque tus cualidades, unidas a las de otros, pueden hacer un mundo mejor, dando Gloria a Dios, que nos creó, que creó la tierra y el cielo, que creó a la persona, a ti; porque nada no sale de nada, y al Todopoderoso que lo hizo todo, lo llamamos Dios, y este Dios es el mismo que te Ama y te dio alma, formando tu cuerpo en las entrañas de tu madre, de lo femenino, fecundado por lo masculino. La vida, cuando se sabe de qué va, la puedes disfrutar más y mejor, y la vida va de Amor, el Amor con que Dios ama su creación, y en ella puso su esencia para que viva, para que tenga esa armonía de la moral; y si falla la moral, se pierde el ritmo de la vida, se desborda la pasión, que no entiende de la razón, y tu vida se hace irracionable, llevando al caos lo que ha dejado de ser regido por la voluntad de Dios, que Él es bueno y siempre hace, hizo y hará el bien, lo moralmente encomiable; así que a ti te toca decidir el unirte a Dios y hacer como Él hace, hizo y hará, y dominando tu pasión, te propongas cumplir la moral, que hará que las cosas sigan el rumbo adecuado para crecer y vivir en el tiempo terreno, que conduce a todo y todos a un principio y fin de todo lo que está aquí; incluso las piedras tienen su tiempo, digamos de vida, porque el paso del tiempo las erosiona, con el calor del sol, y degrada su materia primera de fuerza compacta. Hay un tiempo en la tierra, como hay una moral, les guste o no a todos, pero es así, como así es que todos formamos parte del mismo Dios que nos creó y nos dio el Paraíso que perdimos.

Saber discernir y esperar

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Hay muchos que quieren dinero, quieren pareja, quieren una persona amiga… saben lo que quieren, pero NO CÓMO LO QUIEREN; y el primer billete, la primera persona que les atrae, el primer ser humano que les habla, creen que es la manera de ganar dinero, la persona elegida para compartir la vida, la amistad que les ayudará en fidelidad, y se engañan, porque, como dice el refrán popular; “no es oro todo lo que reluce“. Así que hay que saber cómo quieres ganar dinero, en qué deseas dedicar tu tiempo en la labor de ganar dinero, en qué quieres dar algo de ti a cambio de dinero, porque hay muchas maneras de recibir dinero y no todas son dignas, sino que hay maneras muy indignas de acceder al capital, porque hay quien se deja utilizar, y nadie tiene por qué utilizarte, ni tú tienes por qué utilizar a los demás, sino que hay que dar y recibir, dar con honor y recibir con honor, con esa dignidad moral de ser persona, de dar lo mejor de ti y querer lo mejor de otro; el éxito no está en las medianías, sino en la entrega total de dar todo lo mejor que tengas, de todo el bien que puedas hacer, de toda la bondad que puedas dar, porque tú tienes esa capacidad dentro de ti, la de ser bueno y hacer el bien y lo correcto; la de cumplir los diez Mandamientos de la Ley de Dios, esos que regulan el intercambio social y afectivo, de comunicarte con los demás y recibir su comunicación, en la más perfecta perfección, que es en el cumplimiento fiel de la Ley de Dios. No hay nada en ella que no sea grato a los demás o a ti mismo. Difícil, no niego que es difícil, y para algunos, más, porque quizás no les han enseñado, de pequeños, a dar lo mejor de sí mismos, y se han encontrado ahora, de adultos, con muchos desprecios y disgustos que, de haber ellos cumplido con la ley natural y la Ley de Dios, que está muy bien explicada, ahora tendrían éxito allí donde fracasaron; pero siempre es tiempo de primavera, de empezar una nueva experiencia de vida, la del perdón, la de perdonarse a sí mismo y a los demás, recordando, y sabiendo comprender, que se era, en algunas cosas, ignorante de la Ley, y por lo cual, no la cumplió, y en otras, era ignorante de esa fuerza que reside en la bondad, en el deseo de dar lo mejor de ti a la vida, a los demás, esa fuerza de voluntad para hacer el bien, para ser bueno y aceptar el mal y lo malo dando siempre la cara al viento, aun habiendo tormenta y tempestad, porque teniendo la calma interior de saber lo que quieres hacer, y haciendo lo correcto, puede venir un tifón, y tú seguir de pie, ante el timón que guarda tu alma de la perdición, y serena tu cuerpo de la mala tentación, por creer en las prioridades, en que es mejor dar que perder, y se pierde cuando uno guarda la fuerza de la bondad, porque nadie puede resistir siempre la bondad de tu deber de hacer el bien y lo bueno, lo correcto de cumplir con tu deber: ser bueno. Decide cómo tener éxito ganando tu dinero, cómo tener éxito eligiendo el mejor cónyuge para ti, cómo tener éxito compartiendo la buena y sana amistad de darse a los demás en el compañerismo; que la buena amistad, es ese compañerismo de la sinceridad y el perdón, que cada uno da al otro, dejándolo ser él mismo en sí mismo, y alimentándolo a dar lo mejor de sí mismo, por ser un buen amigo; que no es lo mismo un amigo que un novio, el amigo deja libre, el novio quiere ser exclusivo para ti, no puede compartirte porque quiere llegar a la boda, a la entrega total de sí mismo en el sí de ambos, ante Dios, que bendice a los cónyuges y hace un sacramento de su amor mutuo y libre, entregado para siempre, en la fidelidad de una vida con hijos, y ayuda mutua a la santidad; que es ser bueno el uno con el otro y los dos con Dios, al que han prometido un amor eterno en los dos para Dios. Y Dios bendice a los matrimonios que son capaces de vivir la fe, dar esperanza y hacer toda labor con caridad, para que el mundo sea mejor y así ellos tengan su éxito como familia, como Iglesia Doméstica, donde reinan el bien y lo bueno, haciendo lo correcto, que es cumplir con el deber de amar y amarse, de dar y darse, de aceptar recibir, y comprender y ayudar y ¡servir! Todo es posible en una familia de fe, porque allí donde hay dos, que están unidos en las buenas y en las malas que la vida da, reciben de Dios la felicidad en los momentos de alegría y la misericordia en los momentos de dolor; Dios mismo consuela de las faltas y errores que cada uno hace al otro, y los dos a la vida misma, porque Dios ama la intención y el deseo bueno del corazón de dos esposos que viven el uno para el otro, y ambos para los hijos, los padres de los dos, la familia y los amigos, vecinos, compañeros, y a todos los que tienen ocasión de encontrarse, mientras viven y se mueven en esta tierra, donde la paz se consigue luchando con uno mismo para el éxito de tener lo mejor, por dar lo mejor y esperar con fervor; ser receptores y portadores de la bondad, que siempre alegra a los demás. Aun los malos, que se burlan de la bondad de los buenos, notan su influencia en ellos, y sienten que quieren destrozar esa bondad; por eso, algunos que no hacen el bien, se hacen amigos de los buenos para destruirlos; por eso, siempre hay que elegir cómo servir, cómo deseas recibir el dinero o el amor o la amistad, porque en la calidad está la felicidad, más que en lo más accesible; por eso, espera, si aún no tienes dinero; no lo obtengas malamente, como tampoco aceptes un amor a primera vista, o porque no hay nada mejor a la vista; tú espera, porque hay en esta tierra, una persona semejante a ti, que te busca, y si es como tú, esperará a encontrarte; por eso, no te unas con prisas, sino que debes esperar a encontrar ese ideal que tienes en mente, un ideal conseguible, es decir, una persona semejante a ti, que tú eres conseguible, es decir, vives, ¡existes! Y lo mismo te digo de la amistad; es bueno tener amigos de verdad, y el tiempo es primordial en la amistad; no hay buena amistad si no ha pasado la prueba del tiempo. Todo éxito que quieras, es conseguible, Dios te lo da, pero debes saber obtenerlo y valorarlo, y saber discernir lo bueno de lo malo; no caigas en el error de muchos, de confundir dinero con capital, ni amor por sólo pasión, ni amistad por compañerismo; hay mucha diferencia; el capital son monedas para comprar, el dinero es intercambio de bienes, sea en trabajo como en mercancía; el amor es amar a la persona integralmente: cuerpo y alma, carácter, personalidad y sus circunstancias y familia, que siempre va la familia incluida en el matrimonio; y tarde o temprano saldrán los hermanos, los padres y demás familia, a interceder en vuestras vidas; eso es así, y si quieres ser feliz, tenlo en cuenta, y haz planes para dar lo mejor de ti y protegerte a ti y a tu familia de los que aún no han aprendido a hacer siempre el bien y lo bueno, lo correcto. Y en cuanto a la amistad, igual, la amistad jamás se busca; el amor romántico sí que lo puedes buscar, pero la amistad viene dada por las circunstancias; nadie pone un cartel que dice: “quiero un amigo, busco amistad”, porque en la amistad, tiene que haber empatía y circunstancias en donde puedas entregar y recibir tiempo de mutua compañía. El amor puede buscarse lejos de ti y acercarlo con las circunstancias de un noviazgo bueno, para conoceros y ver la posibilidad de amaros. No quieras ser amiga de un novio, o amigo de una novia; no hay amistad en el amor, porque hay mucha pasión y celos, si es auténtico; el amor que lleva a prometerse ante el altar mutua fidelidad, es exclusivo y no va por el camino de ser amigos, sino que se tiene muy claro que uno es masculino y la otra femenina, porque el amor conyugal va a la descendencia, y siempre se hacen los hijos por la unión de dos sexos distintos; por eso, si amas a una persona para llevarla al altar, jamás hay amistad, es otra cosa el amor, el amor es más que amistad.

Lazos de sangre

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Es preciso que, para triunfar, sepas vivir la pobreza; porque tienes que ahorrar, no puedes malgastar, aunque sea en lo lícito, todo el capital que te entra; tienes que tener un plan de ingresos, de gastos y de ahorros; no te digo, como muchos dicen, que debes dar dinero por caridad, porque si estás empezando a labrar tu porvenir, el primero que necesita de su dinero eres tú; pero sí te digo que hagas algo por los demás, algo salido de ti, que eso es más fructífero que dar dinero; puedes visitar a enfermos, a niños, a ancianos, puedes escribirles cartas, que nadie les manda, de puño y letra, porque la caridad primera es la ESPERANZA; si sabes dar esperanza, tendrás esperanza, y ella te mantendrá en forma. No te olvides nunca de tu familia, busca entre tu familia a quien necesite compañía, quizás tus abuelos, o tus padres, quizás tus hermanos, primos, tíos, o hijos… Empieza ayudando a tu familia, sobre todo a tu familia; aunque no quieran, tú puedes ayudarlos sin que lo sepan, soportando sus críticas, aguantando su mal humor; ¡hay tantas cosas que puedes hacer por la familia!, y es importante que lo hagas, porque los lazos de sangre existen, hay realmente un vínculo de sangre, por el que los descendientes reciben de lo que los antepasados han hecho. Así que procura tu éxito no desatendiendo a la familia; tienes que ser sal, ¡eso es bien cierto!, y tienes que ser luz, eso también es verdad. Para prosperar en tu éxito, vas a tener que hacer unos ajustes de conducta que quizás nadie te ha enseñado, pero que son de la más pura lógica para ser un próspero ser humano. Y cuando tengas dinero, ¡que lo tendrás!, luego sí que debes dar algo a los demás, empezando por la familia, para su bienestar, porque si tu familia está bien, tú también lo estarás, porque sois parte de una misma sangre. ¿Cuánto dinero debes dar?, eso depende, porque habrá temporadas que necesitarán más de ti, porque, por ejemplo, alguien de tu familia está sufriendo por falta de trabajo o por enfermedad; entonces necesitará una cantidad; dale lo que puedas y lo que quieras; sabes bien que tú tienes tu propia conexión personal con Dios, pues, con Él lo decides; y si estás casado, lo consultas con tu cónyuge, que no por hacer caridad, pongas enemistad en tu casa; por eso elige para casarte una persona muy semejante a ti, que crea en la bondad, que practique la caridad. En cuestión de educar a tus hijos, ellos, SIEMPRE tienen que ganarse la paga semanal, porque les enseñas que la vida nunca da nada por nada, y los preparas para que no tengan futuros desengaños, como pasan los de la generación del capitalismo; ahora toca hacer un nuevo mundo, un mundo mejor, el mundo de la sabiduría, que diferencia entre el bien y el mal, y tus hijos deben saber cumplir con su deber, el deber primario de cuidarse y cuidar de lo suyo, de su persona y cosas, como de las personas y cosas de la familia; así que enseña a tus hijos que reciben, si dan, si dan lo mejor de sí mismos, no sólo en las obras sino también en las palabras; que empiecen, cuanto antes, a respetar a los demás, a dejar a las personas, libres, y en esa libertad, aguantar que, a veces, la gente es tentada y es débil, y a veces tiene mal humor, o sufre por algún desamor y hace mala cara; ¡pues ellos que den su mejor cara!, tienen que aprender lo que es la mortificación, porque somos personas de familia, no hemos nacido en una isla; formamos parte de un hogar y nos necesitamos unos a otros, sí, porque todos formamos parte de la familia, somos familia de sangre y debemos compartir el mismo destino; por lo cual, da ventajas a los que ayudan a otros a ser mejores, a hacer el bien y lo correcto, a cumplir con su deber, porque hay un deber que hacer siempre, el de sacar de uno mismo lo mejor, aguantando lo peor de los demás, porque cada uno tiene la resistencia del amor, ese amor que recibe de Dios en la intimidad. Hagamos una familia feliz.

Un mundo mejor

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Ha llegado el tiempo, el momento de una generación que tenga éxito; ya ha pasado la generación vulnerable del relativismo; es hora de hacer un mundo mejor, de saber el bien y el mal, de confrontarlos y hacer justicia personal, y la sentencia sea una nueva personalidad, la de tener tu éxito mientras buscas lo mejor para ti, salido de ti, y con ello recibir un intercambio: dinero, por tu buen trabajo; amor, por tu amor bueno; salud, por cuidarte bien; amigos, por ser un buen amigo… y así todo lo que quieras, porque tú mismo tienes tu propia vida íntima con Dios y tu propia relación personal con Él, y es lo que hace la diferencia. Tú eres diferente, en tanto en cuanto, pidas a Dios lo que desees, trabajes bien para obtenerlo, tengas paciencia y bondad para esperarlo; y mientras esperas, tienes el éxito personal del honor, de ser una persona de honor, honorable, porque este éxito es instantáneo; el que tú te portes bien, el que tú decidas tener una vida donde el honor sea para ti una manera de vivir, en la moral, en esa dignidad moral, donde la sabiduría es la que rige tu manera de vida, donde tú mandas sobre ti mismo, jamás imponiéndote a los demás, sino que ayudándolos en todo lo que puedas, por hacer el bien y lo bueno. Ellos, todos los que entran en contacto contigo, reciben de ti, ven en ti, este honor que desprende toda tu persona, porque no entras en polémicas relativistas, tú sabes bien lo que es el bien y lo que es el mal, y te apartas del mal y valoras el bien, y haces el bien y lo bueno. Estamos a las puertas de hacer un mundo mejor, y no nos lo traerá ningún extraterrestre con nuevas filosofías o sabiduría, sino que nosotros mismos podemos y haremos este mundo nuevo, sólo cambiando nosotros mismos; no hace falta siquiera que nos reunamos, porque es Dios quien nos une a todos, al rezar cada uno a Él y pedirle los buenos anhelos de su corazón. Es Dios quien crea un vínculo espiritual, y nos reconocemos en cuanto nos vemos, por ver las obras y palabras de nuestra fe; por nuestra manera de vestir, decente, sin incitar a las pasiones sensuales y sexuales, que existen y sirven para la delicia del amor conyugal sacramental; y es bueno, y hace bien; y es romántico, saber que nos han engendrado nuestros padres, en momentos de fundirse ellos dos en amor, amor que dio fruto: nosotros. Tenemos, o tendríamos, que tener, y pueden las nuevas generaciones tener, el prestigio, el alto honor de haber nacido del amor. Yo nací del amor, mis padres se amaron y me amaron, y Dios me bendijo, siendo una hija deseada, amada, cuidada, valorada; saberme que soy yo, ¡yo!, el fruto del amor de mis padres, eso me emociona, y no puedo nada más que amarles, honrarles, bendecirles, y ser feliz con ellos; porque nací en las perfectas condiciones humanas: EL AMOR. Y así, la nueva generación, debe dar vida a sus hijos, por la maravillosa unión de amor entre los esposos, que engendran así un hijo, por ser hombre y mujer, por ser masculino y femenino, y la gracia de la feminidad, unida a la fuerza del varón, consigue, por la Gracia de Dios, tener un hijo de los dos. ¡Qué maravilla!; la vida continúa, y el hijo representa el amor con que se ama el matrimonio. En este nuevo mundo de la sabiduría, nadie hará mal, todos harán el bien y lo bueno, lo correcto, porque sabrán disfrutar de todo ello, de todo el bien que pueden crear. Cada uno es un artista, es un creador de las obras que hace, de las palabras que dice, de hacer lo que quiere hacer y hace.