Saltar al contenido

Qué es la moral

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La moral, ¿qué es?… En todo lo que se hace y puede hacerse en este mundo, hay el bien o el mal, el sí o el no, lo justo o lo injusto, lo lícito o lo ilícito. Si te riges por los diez mandamientos de la Ley de Dios, tendrás más talento que la mayoría de personas que viven sin normas. Las normas, en este mundo, existen, están presentes en la sociedad, en la familia, en las escuelas, las fábricas, las empresas, los despachos; en estar de alquiler, al conducir un auto, operar a un paciente, escribir un documento, al cocinar; en el gastar, porque sin dinero no puedes comprar; incluso hay normas en tu cuerpo: debes dormir, debes comer, debes amar y ser amado, para poder ser un buen ser humano. Y todo lo que desequilibre la armonía de la vida, es un mal, y todo lo que contribuya a la armonía misma para que siga, es un bien. La pasión, si no se controla, puede descontrolar la armonía familiar, la armonía personal, la armonía cívica, porque la pasión, ese deseo que el cuerpo desea, sea pasión sexual, sea pasión de poseer, algunas veces, incluso lo que otros tienen, no es buena. La pasión debe canalizarse, se le debe enseñar lo que sí que le vas a dar y lo que no podrás permitir que te exija; porque el cuerpo, por sí solo, tiene sus propios deseos y necesidades, que la persona puede y debe enseñarse a sí mismo a darle lo que realmente sea bueno para él, o sea, para ti mismo; porque alma somos, que dentro de un cuerpo vivimos aquí, en el planeta tierra, donde debemos usar de él para vivir el tiempo y ocuparnos de mantenernos con vida, porque vivir es la condición humana de todo ser humano, de todo ser viviente, de toda planta o semilla. La moral es la norma que rige lo racional, el ser seres racionales y no animales. Las personas podemos construir un mundo mejor, a medida que pase el tiempo, y eso vemos que se ha hecho y se hace y se debe seguir haciendo, pero algunas personas son tan, digamos, primarias, que dejan a la pasión, dominar a la razón, y se vuelven irrazonables, y por lo cual, no tienen moral y pierden el rumbo de sus verdaderos intereses. La moral es seguir una serie de normas que te ayudan a vivir bien a ti y a todos, porque son normas éticas que permiten que cada yo viva en nosotros, y formemos un mundo colectivo donde la relación y la sociabilidad, sean de un trato agradable, donde pueda confiar uno en los demás, y los demás en uno; y los líderes son eso, personas en quien uno confía, de quien uno se fía, y pone en manos de ellos, su empresa, su dinero, el prestigio de su nombre, para que los represente, y haciendo de jefe, ahora llamados ejecutivos, tengan a su cargo personas con el carácter adecuado para hacer rendir más y mejor la empresa, el negocio; para hacerlo próspero, y prosperar no sólo en el tiempo, sino en la eficiencia comercial. También necesitas un buen economista entendido en finanzas, además del abogado, que ya alguna vez te lo he recordado. La empresa es como un país, es como una familia, que debe vivir bien e ir prosperando y creciendo con el tiempo. Sin moral, un país, una familia, una empresa, va perdiendo su prestigio, por su infidelidad a las normas que rigen la buena convivencia, y se puede llegar a una guerra, a una crisis económica, a los pleitos entre familias, y a las quiebras económicas; a todo esto estás expuesto, si no eres una persona de honor, si no tienes moralidad, si la tienes por algunas cosas sí y otras no, porque las normas hay que cumplirlas todas, para el buen funcionamiento tuyo como persona; son como los diez mandamientos de la Ley de Dios, que están inscritos en nuestros corazones; y la buena conciencia, es el fiscal que decide si haces bien o mal, si actúas moralmente o dejándote llevar por la pasión instintiva de vivir una vida de placer, sin querer saber nada de que tú debes ocuparte de ti mismo, que debes mantenerte, comiendo y bebiendo, durmiendo y trabajando, porque trabajar es también una condición humana, la primera que nos lleva a ser independientes, a poder sentirnos fuertes, sabiendo que uno mismo, a sí mismo puede darse su sustento y abrigo; por eso es necesario que cada quien se prepare para poder recibir de su trabajo todo lo necesario, e incluso, es importante que ayude a otros a ser dignos de vivir con lo que necesita para sobrevivir en este mundo, en esta tierra plena de riquezas que deberían estar bien repartidas y que podríamos adelantar más en esto, si tú te involucras en el proceso de cumplir con tu misión y dar de ti lo mejor, para que este mundo sea un mundo donde la inmoralidad deje de violar la ley de justicia, que cada quien tiene dentro de él, y la sabe, sobre todo cuando es cuestión de sí mismo. Y todos formamos un todo con Dios, porque tus cualidades, unidas a las de otros, pueden hacer un mundo mejor, dando Gloria a Dios, que nos creó, que creó la tierra y el cielo, que creó a la persona, a ti; porque nada no sale de nada, y al Todopoderoso que lo hizo todo, lo llamamos Dios, y este Dios es el mismo que te Ama y te dio alma, formando tu cuerpo en las entrañas de tu madre, de lo femenino, fecundado por lo masculino. La vida, cuando se sabe de qué va, la puedes disfrutar más y mejor, y la vida va de Amor, el Amor con que Dios ama su creación, y en ella puso su esencia para que viva, para que tenga esa armonía de la moral; y si falla la moral, se pierde el ritmo de la vida, se desborda la pasión, que no entiende de la razón, y tu vida se hace irracionable, llevando al caos lo que ha dejado de ser regido por la voluntad de Dios, que Él es bueno y siempre hace, hizo y hará el bien, lo moralmente encomiable; así que a ti te toca decidir el unirte a Dios y hacer como Él hace, hizo y hará, y dominando tu pasión, te propongas cumplir la moral, que hará que las cosas sigan el rumbo adecuado para crecer y vivir en el tiempo terreno, que conduce a todo y todos a un principio y fin de todo lo que está aquí; incluso las piedras tienen su tiempo, digamos de vida, porque el paso del tiempo las erosiona, con el calor del sol, y degrada su materia primera de fuerza compacta. Hay un tiempo en la tierra, como hay una moral, les guste o no a todos, pero es así, como así es que todos formamos parte del mismo Dios que nos creó y nos dio el Paraíso que perdimos.