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Relación de pareja - 3. página

Relación romántica

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Hay quien dice que en cada relación amorosa, uno ama más que el otro. Y no es así la verdad, cuando hay amor verdadero; lo que pasa, es que cada quien ama a su manera; el que es muy divertido y hablador, amará y lo dirá incluso con entonación, pero el serio y callado, algo tímido quizás, éste puede amar como el que más, aunque no pueda expresarlo en verso ni en prosa; quizás, de vez en cuando, puede decir una cosa maravillosa, como: “te amo”; pero es válido, y cualquiera que oiga esta sentencia de amor, se sentirá contento y feliz de oírla, porque lo que cuenta es lo que contiene el corazón del que ama y es amado. Por eso, no es cierta esa sentencia, algo popular, que dice, que asegura, que en toda relación romántica, uno ama más que el otro. No es así, lo cierto es que, para que sea un amor verdadero, ambos deben amar ciertamente, ambos tienen que ser fieles a este amor y a la persona por la cual palpita su corazón. Ser fiel y hacer las cosas bien. ¡Nada de jugar a encender celos!, que es otra opinión popular; el que dicen que es bueno hacer que el otro tenga celos, para así tenerlo más seguro. Lo seguro es que a ti no te gusta sufrir y al otro tampoco. FIN.

No te engañes

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: No tienes que engañarte, no tienes que mentirte y decirte que estás bien, cuando estás mal; tienes que ser coherente con lo que realmente te pase y vivas. No es bueno que te engañes y digas que estás bien, cuando estás sufriendo; podrías caer en enfermedades neuróticas por engañarte, por mentirte, por no ser coherente con lo que realmente te pase. Tú tienes que estar sano para tener éxito, y el éxito tiene que ser real y no fingido. Quien finge que no pasa nada, no lucha contra las contrariedades de la vida, y se acostumbra a perder real y verdaderamente; por mucho que quiera creer que ha ganado, él pierde, porque lo real es lo real, y si uno se engaña, no podrá controlar ni dominar ni vencer las cosas negativas, que tiene que hacerlas positivas, y antes aceptarlas, para así poder cambiarlas. Si por ejemplo, te han hecho una devolución de un producto, y tú quieres ver, para ser feliz y sentirte triunfador, que no has recibido la devolución, ¿cómo vas a poder luchar para que acepten la mercancía?, o para que no vuelva a pasar, si crees que todo está bien. En los negocios hay que ser realistas, como en todo lo de la vida. No hay que temer a los errores ni a las fechorías de otros, lo importante es tenerlo todo en regla, ir a una con la ley y dar la cara; y si hay que demandar, que sea tú a los demás, por no cumplir con lo acordado de antemano. También es importante hacer lo mismo en las relaciones personales; si te declaras a una chica, y ella te rechaza, no te digas que te ama; deberás aceptarlo y buscar a otra persona que pueda sentir lo mismo por ti que tú por ella, porque el amor verdadero es compartido.

La amargura

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La amargura, a veces, da malas pasadas a personas que sufren y tienen motivos para hacerlo, para sufrir, porque otros no han hecho lo correcto, o porque no sabían cómo hacerlo, o porque no les daba la gana, o porque querían hacer daño y lo consiguieron; entonces, no es válido para el éxito, llenarte de amargura, ser un amargado y buscar salidas desesperadas para triunfar en la vida, y fracasar en el éxito, porque triunfar no es lo mismo que tener éxito. Tienes también que comprender que hay muchos amargados en la vida, esos que buscan el triunfo y no el éxito, y que te los vas a encontrar, y quizás quieran asociarse contigo; ¡no los aceptes, ni para socios, ni amigos, ni cónyuge!; al igual que a los productos que uses para tus negocios, que tienen que ser buenos y hacer el bien y lo correcto, las personas con quienes te asocies, tienen que ser buenas personas, que hagan siempre el bien y lo correcto, que quieran ganar con métodos buenos, ¡de prestigio!, que quieran una vida en paz consigo mismos, disfrutando de la lucha por el éxito, aportando lo mejor de sí mismos, lo mejor de lo que puedan dar y ofrecer, sea en palabras y obras; no te conformes con una persona amargada, aunque sea un “don sonrisas”, porque los amargados no van siempre con la cara larga. Conocerás a una persona amargada, porque no vive en paz, porque se lamenta siempre de todo y todos, porque no confía en nadie, ya que no se fía de sí mismo, y piensa, como piensa el ladrón, que todos son de su misma condición, como dice el refrán popular. Una persona amargada, puede camuflar su amargura hablando de proyectos y siendo muy simpático contigo, pero no es la simpatía lo mejor del mundo; es preferible, mucho más, la educación, los buenos modales, porque tantas veces, el simpático, por su simpatía, con su simpatía, irrumpe en tu vida y quiere mandarte, y te manda; ¡no te asocies con nadie que te mande, ni te cases con nadie que te mande!; únete siempre con gente libre, que valore la libertad, la de los demás al igual que la suya; porque no se es feliz anulando a nadie ni permitiendo que te anulen. Hay suficiente espacio en este mundo, para ser todos libres y ocupar, cada quien, un lugar para conseguir su éxito, que unido al de otros, es un éxito de varios; pero nunca hace feliz el que triunfe un socio, o un cónyuge, y el otro tenga que someterse. Elige para tu sociedad, para tu boda, la persona adecuada que más se parezca a ti; y tú no eres un amargado, tú eres una persona felizmente realizada, que lucha, dando lo mejor de ti, para conseguir el éxito: ¡vivir bien contigo mismo!

Es malo criticar

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Si te has dado cuenta de que criticas sin darte cuenta, ¡rectifica!, y menos, critiques a tu cónyuge, a tus socios, a tus amigos y padres o hijos, y menos, delante de los que deben estar bajo su influencia y su protección, porque muchas desgracias ocurren al oír una crítica amarga de deslealtad hacia quien tú deberías amar y poner en esta persona tu total fidelidad. Si algo no te gusta de alguien, díselo a Dios en la intimidad de tu corazón, y pídele ayuda, primero, para soportar esta mortificación por su imperfección, y recordando que nadie es perfecto, ¡ni tú!, y que hay muchas cosas buenas en las personas que amas y, sobre todo, si te son fieles. Hay cónyuges que no son fieles uno al otro ante sus hijos, y uno critica al otro y el otro a uno, y los hijos aprovechan estas debilidades para aprobarse a sí mismos el distanciamiento de ellos, y luego son los padres quienes reciben el mal que han hecho al criticar uno al otro ante los hijos, que son el fruto de su amor. Y ocurre lo mismo con los socios que, si se critican delante de los empleados, abusan de la crisis de fidelidad y algunos quieren medrar y aprovechan para dar malos consejos, y otros se asustan y no trabajan, y otros se van de la empresa. La fidelidad entre cónyuges y socios, entre familia y amigos verdaderos, no es solamente en el hecho de obras de fidelidad, sino también en palabras de fidelidad, dando siempre un voto de confianza a las personas a las que libremente decidiste unirte en sociedad. Si algo no te agrada de alguien, ponlo todo en manos de Dios y trata siempre a los demás como quieres ser tratado tú mismo; y ¡disfruta de la vida, viviendo sin criticar!; acepta que nadie es perfecto, y da un voto de confianza y reza y apoya en todo, a todos los que amas y hacen el bien. Desde luego que hablo de maneras de hacer las cosas que no van contra ninguna ley civil ni moral; porque se critica tantas veces, metiéndose en la vida de los demás, en la manera en que llevan sus propios asuntos, y hay que dejar a todos en libertad, y amar; amarles a pesar de hacer cosas que nosotros no haríamos de esa manera en que las hacen. Demos buen ejemplo y no critiquemos a nadie, y menos sin su presencia, para que pueda defenderse. Si hablas de alguien sin tener defensa, ¡revisa tus causas!, podría ser que estés pecando sin querer; que de ser así, rectifica, y de ahora en adelante habla bien de quien hablaste mal; haz obras de bondad, en la caridad de suplir tu mal con abundancia de bien; y Dios, que ve en lo oculto, te premiará por tu esfuerzo de compensar tu maldad; porque es malo, muy malo, criticar. 

Buscar tu propio éxito

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: El dolor no existe en los corazones exitosos, ese dolor que es una pataleta humana, por no darnos la vida lo que queremos; ese dolor no puede existir en las almas grandes que van en busca del éxito permanente; porque lo audaz de buscar tu propio éxito, tu éxito, es saber que, como aquel que se adentra en la jungla, se encontrará con peligros y caerá en trampas, de las que tendrá que salir, si quiere proseguir buscando el éxito, tu éxito. La condición del que tiene éxito, no es la de un quejica, ni de un niño de papá, que no sabe afrontar el dolor de la contrariedad, de que la vida no le dé los caprichos que quiere y ¡ya!, sino que además, sabe que sufrirá, porque en toda búsqueda del éxito, se sufre; porque los demás quieren triunfar y no buscar el éxito, y esos demás, para triunfar, ponen zancadillas a los que buscan el éxito, y a veces, tantas, los quieren engañar; les dicen: “mira allí”, y luego les quitan lo que han conseguido, mientras miran allí donde les dicen; pueden mostrarles pornografía, drogas, bebidas alcohólicas, personas sexis, casas lujosas, coches caros, empresas grandes, y ¡zas!, van, y mientras miras embobado, te sacan lo que has ganado. Y tantos te dicen que lo que tienes no vale; “tu mujer no vale ya”, “tu marido es torpe, un fracasado”, “tu casa es poca cosa”, “tus padres, ¡que hagan su vida sin ti!”; quieren que abandones el negocio en el que trabajas ahora, sobre todo si es un negocio familiar; porque parece que se valora más tener negocios con otros, ¡eso da aires de importancia!, que trabajar en un negocio familiar. Dicen que te mandan, pero siempre y en todo lugar, el jefe manda al subordinado, pero claro, si el jefe no es el padre, parece que sí que se tiene que obedecer por dinero, pero al padre, a ése hay que desbancarle como sea, sobre todo diciéndole que es viejo. ¡Cuántos han arruinado el negocio familiar por ser malos hijos! Hay que ser buenos con todos, no sólo por cobrar un sueldo, sino también aunque el que te pague sea tu padre. Vigilad en esto, porque hay toda una serie de malos entendidos en cuanto a los negocios familiares, porque dan mucha envidia a los extraños que no tienen estas grandes posibilidades de seguir con el negocio familiar; el éxito es también seguir con la familia, no sólo compartiendo la vida, sino también trabajando con ella, y este éxito es uno de los más felices que una persona puede disfrutar en su vida, la de compartir el éxito con su buena familia.

El miedo

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Tener miedo es algo normal, y enfrentarse a él es lo natural. Uno tiene miedo, analiza las causas y las comenta consigo mismo, en intimidad con Dios; si es necesario, pide consejo a otros sobre la cuestión que le da miedo, y con la información, lo afronta y decide qué hacer para lograr vivir en paz. Porque el miedo quita la paz, es la alarma de que algo pasa o va a pasar. Siempre hay que hacer caso a la alarma del miedo, que suena en nuestro interior avisándonos de que hay que revisar algo en concreto, que hay que informarse de esto que nos produce ese miedo natural de aviso. Al miedo no hay que tenerle miedo, al contrario, es una bendición esa alarma de aviso. Jesús, Dios, tuvo miedo la noche de su calvario, y le avisó el miedo de que iban a traicionarlo, y oró, se preparó para enfrentarse con paz a los acontecimientos que, por los otros y su libertad, le entregaban como vivencia en su vida. Y, ¡cuántas veces el miedo nos avisa de unos socios, de unos amigos, de unos hijos, de unos padres, de unos familiares, de un cónyuge que nos va a traicionar!, y por el miedo podemos afrontar el peligro de esa agresión a nuestra propia libertad. El miedo siempre es bienvenido. Tú no tengas miedo al miedo, al contrario, cuando tengas miedo, ponte en oración y pide consejo a Dios Espíritu Santo, consejo y su protección, y con raciocinio, busca, indaga ese aviso, esa alarma que el miedo te da, porque el miedo te da ventajas, como la de prepararte para superar eso que te produce miedo. Así que nada de tener miedo al miedo, ¡al contrario!, sé realista y dale las gracias al miedo que te avisa de que van a ir contra tu libertad, que algo está pasando o va a pasar y que no es lo que tú quisieras, y ¡prepárate para ello!, tenlo en cuenta y da gracias a ese miedo que tienes porque será el que, al afrontarlo, te llevará al éxito de este fracaso que se te avecina y del cual, el miedo te avisa. ¡Deja que el miedo te avise de que algo está pasando o pasará!; la vida de paz es consecuencia de unas buenas estrategias para tener en tu vida lo que decidas y quieras, lo que desees y pidas por ello a Dios, que todo lo puede. Enfréntate al miedo y vive la paz en tu vida.

Para tener éxito

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Tienes que tratar bien a tu personal, a las personas que trabajen contigo, a tus jefes, empleados, clientes, proveedores, al banco, al gestor, a la mujer de la limpieza y a tu cónyuge, que es tu socio, ¡quieras o no!, aunque no le cuentes nada de tu trabajo, porque tu cónyuge y tú sois una sola persona. Eso es tan cierto como el que, rezando un Padrenuestro diario, te sentirás mejor a fin de año. Por eso es lo más importante de tu vida, decidir con quién vas a casarte. Decide siempre una persona que tenga tus mismos ideales espirituales, porque eres alma, ¿recuerdas?, por eso, recuerda también que su cuerpo irá cambiando con los años, sí o sí, y su alma también; si es una mala persona que disfruta de la inmoralidad. Mira sus hechos y no sus palabras, pues entonces, si te casas con alguien inmoral, no tendrás éxito, porque el éxito sólo está en el bien y lo bueno, ¿recuerdas?… busca a alguien con tus mismos deseos de éxito, que valore la lucha y el esfuerzo, que sepa ahorrar y le guste trabajar; porque la vida va de trabajo, y para obtener el éxito hay que trabajar. Todo lo que os digan de atraer el éxito sin trabajo, no es cierto. Pero ¡es que es bueno trabajar!, y es agradable trabajar en algo que te guste, por esto el éxito siempre va dentro de tu deseo. ¿Qué deseas?… haz un plan con tus deseos, pero yo no te aconsejo que lo apuntes, ¡no hace falta!, incluso es mejor que no lo apuntes, es mejor que aprendas a hablarte dentro de ti mismo, para no dejar pistas. Y además, muchas veces, una vez apuntado el plan, hay personas que con esto ya se sienten realizadas o quedan estancadas en este plan, pero tú debes saber que, si piensas tu plan, luego es Dios quien lo ejecuta contigo; y si lo has escrito, no seguirás la guía espiritual de Dios, que todo lo sabe, incluso lo que piensa hacer tu contrincante, tu enemigo, tu cliente… ¿comprendes?

Confiar en Dios plenamente

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Hay que saber que confiar en Dios plenamente, nos da poder, nos da la fuerza de la fe, que es la que hace posible el éxito, en cualquier ámbito de nuestra vida, no sólo el éxito en las finanzas, con el dinero, sino EN TODO, porque nosotros, tú, cada uno, es limitado, no tiene confianza en sí mismo sobre todos los temas en los que una persona, para tener éxito real, tiene que triunfar; no sólo el dinero da seguridad, y por tanto da una cierta paz, y por la paz llega la confianza y la alegría, es decir, la felicidad; pero, ¿qué pasa?, ¿qué nos pasa si no tenemos éxito en la salud, en el amor, en las relaciones humanas?; ¿nos basta el dinero, la fama, el poder?, no. Y nadie, ni tú ni nadie está tan pleno que, por sí mismo, puede tener confianza en un posible éxito en todo. Dios sí que está seguro de Sí Mismo; Dios sí que triunfó en todo, pasando por el sufrimiento, que todos, tú, yo, todos, tenemos que pasar y pasamos en la vida, tanto si tenemos éxito como si no, pero unidos a Dios, a Dios que es Perfecto, que es Todopoderoso, se puede tener el éxito en todo, EN TODO; porque Dios triunfó, tuvo éxito, ¡Dios es un ganador!, y Él puede y quiere ayudarnos en todo, no sólo en la fe, en darnos la fe, en creer en Él, que es Dios y lo puede todo; porque la fe es esto, creer en Dios y en que nos Ama y nos cuida; la fe no es creer en uno mismo, ¡en eso nadie puede creer, por más confianza que se tenga en uno mismo!; porque si tú crees en ti, y tu compañero de trabajo cree en él, ¿a quién van a dar el cargo superior en la misma empresa por el que ambos trabajáis, queréis, lucháis y tenéis confianza en que será vuestro?; la experiencia de la vida, nos dice que la fe en ese nosotros mismos, es más confianza que fe, porque no tenemos nosotros todo el poder y todo el control, nuestro y de los demás, que se necesita para el éxito, pero Dios sí, Dios nos conoce a cada uno, Él conecta con cada uno, Él Ama a cada uno. Sí, también a ti. Por eso te digo que sólo en Él, en Dios, en Cristo, podemos tener éxito, el éxito que nos puede hacer felices, el éxito de la paz interior, de saber que hemos hecho lo correcto, por hacer siempre el bien. Porque sí se puede triunfar haciendo siempre el bien sin mirar a quien; es más, es la única manera posible de tener éxito, sí.