Los que se quejan
Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Si quieres tener éxito, apártate, como de la plaga, de quien en todo y siempre, vea lo negativo de la gente y de las cosas y acontecimientos, y de quien además de ver lo negativo, vaya alardeando de que él lo haría mejor. ¡Mejor haría en callar y ayudar a los demás, si tanto sabe, como dice saber! Porque muchos saben dar consejo, se lo pidan o no, y pocos se ponen a querer trabajar en equipo, a dar una oportunidad, cada día, todos los días de su vida. Esos que tanto dicen que saben, poco saben si se quejan, porque el que se queja es que no sabe, porque de saber, primero, sabría que la queja debilita al que la hace y al que la oye, y segundo, parece ser que no se ha enterado de que éste es un mundo difícil, un mundo complicado, y por lo cual difícilmente todo sale perfecto, y menos con gente imperfecta como hay, y todos lo somos, mientras no demostremos lo contrario, respetando el trabajo de los demás, sus opciones y circunstancias, las cuales Dios sabe, y aprovecha todas ellas para el bien de la persona. Si Dios permite que en la vida haya lo que hay, y quiere que de todo ello saquemos el bien y lo mejor, es que se puede y se debe hacer, a pesar de los pesares, a pesar de todo lo negativo de cada acontecimiento o circunstancia; si tú cumples con la voluntad de Dios, siempre habrá algo positivo y bueno en cada cosa que ocurre, porque en este mundo vive el mal y vive el bien, y es la lucha de las dos fuerzas lo que hace que haya momentos de paz o tiempos de guerra. Pero quien de todo y todos se queja, no ve lo bueno a eso malo que ha ocurrido, y por lo tanto ha abierto la oportunidad de algo nuevo; y en todo lo nuevo, hay la posibilidad del bien o del mal, porque es tu postura lo que hace cambiar las circunstancias; es tu carácter, lo que permite que la gente no se deprima ni se canse de luchar y la derrota no sea definitiva. Tú puedes ver esas oportunidades, que hay siempre, ¡siempre!, de hacer el bien, lo bueno, lo correcto. Hay que fiarse de Dios, que sabe cómo funciona el mundo y sabe cómo funcionamos nosotros, y nos pide un voto de confianza al cumplimiento de su Ley, la Ley de Dios, que es la que nos dará el éxito, la paz. Pero, como he dicho al principio, si el carácter de alguien muy cercano a ti mismo, no ve más que negatividad y pesimismo, ¡apártate de dicha persona, porque el éxito es siempre para los positivos, que confían en sí mismos y en los demás!; quien no confía en Dios ni en la vida que Dios creó y permite, éste no tendrá el éxito que perdura; puede tener el aplauso de la gran masa de criticones que hay en este mundo, que en vez de hacer cosas positivas, van mirando y criticando a todo y todos, pero el éxito, siempre es para los buenos, los positivos, los que confían en quien creó el mundo: Dios mismo.