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Tú eres tu propio éxito

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Nunca tendrás éxito, arrebatando lo que es de otros, sea su cónyuge, sus ideas, sus socios, sus pertenencias, sus contratos, sus clientes. ¡Haz los tuyos!; ¿para qué coger de los demás, pudiendo tener los tuyos, a tu medida, según tu carácter, según tus productos, según tus ideas y mentalidad? ¡Nunca tendrás éxito, si coges lo de los demás!; y nadie es una persona de éxito, si tiene que coger de otro, lo que otro tiene y le da éxito. El éxito, para ser éxito, tiene que asentarse sobre las bases de la libertad. Tú puedes tener tu propio cónyuge, ¿para qué coger el de otro?; puedes tener tu propio negocio, ¿para qué coger el de otro?… Nunca estarás satisfecho de ti mismo, con lo que tienen los demás o sus sobras. Puedes tener tus propias primicias y prosperar con tus sueños, haciéndolos realidad y sin dañar a nadie. Sobre todo, cuando se daña a los niños, cuando hay matrimonios con hijos y tú eres la causa de su divorcio, ¡jamás podrás tener un éxito en esto! Busca tu propia felicidad, con una persona libre como tú; no dañes a los niños, ni a los tuyos ni a los de los demás. Dios siempre ha tenido una especial predilección por los niños, los enfermos, las viudas, y todos los que sufren. Tú, imita a Jesús, el Cristo, y ten compasión de ellos y pon paz en su vida, en vez de ponerles más guerra, por meterte en donde no te llaman. ¡No rompas jamás un matrimonio o un negocio de otros!, porque aunque te digan y alguno se queje, allí ha habido un contrato y hay que respetar la libertad de todos, y no la libertad actual, sino también la libertad del compromiso que hicieron hace años. Respetar la propiedad ajena, es un principio de ley natural y está también en la Ley de Dios. Y no te obsesiones en lo que no es tuyo, sino que debes de sacar de la vida lo tuyo, crearlo con tus propias manos, salido de tus sueños, porque en esta vida, hay para todos los gustos, y el éxito es individual; tienes que hacerlo a tu medida, según tus cualidades; y cuantas más cualidades consigas tener, mayor será tu éxito, porque el éxito eres tú mismo, tú eres tu propio éxito. Date valor, ¡valórate!, y ponte a trabajar en ti mismo, para que cuanto más bueno seas, ¡más bueno será tu éxito! Tu éxito depende de ti. Los santos, son los que han conseguido el mayor, el mejor éxito: la perfección. Y, cuántas cosas maravillosas han hecho; aún hoy se los recuerda, algunos, después de siglos de su paso por la vida; ¡el verdadero éxito es perdurable!