Saltar al contenido

Coaching tu éxito - 6. página

Los fracasos

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Y, ¿qué ocurre con los fracasos?; pues eso, que hay dolor en ellos, que hay sufrimiento en ellos, y que son tuyos; por lo cual, tienes que aceptarlos, afrontarlos, mirarlos cara a cara y decidir qué vas a hacer con ellos. Porque están ahí, y debes aceptarlos y, dentro de lo negativo, porque el mal existe, ¡todos lo sabemos!, pues, de lo negativo, tienes que hacer como hace Dios; y ¿qué hace Dios?; Dios siempre te da a ti y a todos una nueva oportunidad, y cuando dice: “no te digo siete veces, sino setenta veces siete”, son las veces que hay que perdonar a los demás; y como tú eres un igual a los demás, como debes amarte como a los demás, pues eso, a ti mismo también te tienes que perdonar setenta veces siete, al igual que a los demás; aunque a ti no puedes dejarte, porque tú siempre vas contigo mismo, así que tú debes de cambiarte para que no se repita la situación, para que el fracaso te abandone; para que el éxito llegue, lo más rápido y eficaz es HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN, es decir, a todos, a ti mismo y a todos, ¡porque sí!, porque es la estrategia mejor para que triunfes, para que tengas éxito allí donde fracasaste, por ti o por los demás, o por ti y los demás. No importa quién haya sido el que no hizo las cosas bien, lo importante es que ahora tú, ¡tú!, las vas a hacer bien. ¡Vas a coger el timón de ti mismo, vas a meditar todo lo que haces, aunque sea la manera de levantar tu vaso al beber, o en decir los buenos días… sea lo que sea, tú entra en ti mismo y disfruta de hablarlo con Dios, porque, ¿cómo vas a hablarlo tú solo teniendo a Dios contigo?; nada, nada, tú a dialogar con Dios, dentro de ti, sin mover los labios, dentro de tu corazón; allí, a buenas con el Hacedor, le cuentas tus planes, le hablas de ti y le pides consejo. Y, ¿contesta Dios? Sí, pero no como tú y yo, Dios contesta al hacerte pensar algo que te ayudará, o al escuchar una conversación en la que comentan esa solución que necesitas, o en las páginas de un libro, o en las palabras de un niño, o en las circunstancias de la misma vida. A eso se le llama la acción de la Divina Providencia.

El “Gran Secreto”

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Porque el éxito, aunque lo decimos en singular, si no es plural, es un pobre éxito, que no nos da alegría ni dicha, ni nada. Es más, ¡cuántos han triunfado en algo, y ese mismo día se sienten los más fracasados! Tantos. Tantos hay que, por un día de éxito, venden su alma al Diablo, y nunca disfrutan de nada. Por eso, vamos a lo de siempre, al bien, a ser bueno, a hacer lo correcto y lo perfecto. A conocer bien el tema en lo que quieres tener éxito, sea el económico, sea en el físico, sea en el de las relaciones con los demás, sea el espiritual y sobre todo, aquí voy a decirte el Gran Secreto, y es que el éxito lo obtendrás cuando tus relaciones con Dios sean perfectas; sólo así vas a tener éxito en todo lo demás. Algunos lo llaman “Mente Superior”, otros Dios, o “el Yo”, en mayúsculas, o ese Ser superior, o “El que Es”… pero los católicos tenemos ventajas, porque sabemos su nombre de andar por la tierra, y su nombre es Jesús, es Cristo, es el Mesías, que TODOS sabían que vendría a este mundo a dar un Paraíso a los deseosos de Paz y que forman su Pueblo Elegido. Todo esto ha estado y está escrito; bien-bien, no es un secreto, es la Verdad del Universo, la Verdad Universal, la Católica, la que Dios reveló a los hombres y que, llegado el tiempo, Dios se hizo Hombre, y se llama Jesús. Y si Dios pudo hacer esto, ¡y lo hizo!, Dios mismo puede también hacer contigo lo que quieras y se lo pidas y sea bueno. Y tenemos la experiencia Bíblica de tantas personas que le pidieron cosas imposibles para ellos mismos hacer, como curarse, e imposibles para otros, que no los curaron; y Dios, allí donde todos fracasaron, ¡Él ganó!; léelo en los Evangelios, y vive tu fe y pide, desea y pide. ¡Sueña!, y asóciate con Dios. Pruébalo, no te va a costar nada, es un socio que trae su propio capital, y da siempre su firma legal, ¡porque te Ama con toda su Alma!, con todo lo que es: ¡Dios!. Únete a Dios y empieza de nuevo; si las cosas no te han ido bien, como querías, o si quieres que cambien para bien, ¡asóciate con Él, con Dios!, y ve viviendo tu día a día, unido siempre, las 24 horas del día, con Él, porque de esta unión tendrás el éxito pleno y verdadero en todo, porque Dios quiere que seas feliz en todo, con todos, incluso con los enemigos al lado, con los fracasos a la vista y las trampas de los que desean que caigas, allí escondidas. Y Dios, que ve en lo oculto, te dará el éxito a la luz de tu bondad, por tus deseos, por pedírselos, por prepararte para obtenerlos, para sacarlos tú mismo de la vida, porque es divertido trabajar para alcanzar tu éxito. Divertido en el sentido de que todo tú estás en plenas facultades cuando luchas por lo que quieres, pero, ¿qué quieres?… Dios espera que se lo digas, y no por escrito, sino en oración íntima, como un secreto tuyo con el Amo, el Dueño del Mundo: Dios Uno y Trino.

Dios te ayudará

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito:

Las cosas son más sencillas, mucho más sencillas, ¡no te compliques la vida escribiendo tu plan!, ¡piénsalo!, ¡medítalo!, compártelo con Dios mismo, que vive en ti y contigo, y déjate guiar por el Espíritu Santo. Y si no tienes plan, a veces, porque te han dicho que no sirves para nada; otras, porque has comprobado muchos fracasos que has vivido, entonces, no te preocupes, confía en Aquel que todo lo sabe, y que sabe cómo eres, porque te creó, y dile, dentro de ti, en oración, que la oración es eso, hablar dentro de ti con Dios, dile, como te sugiero, dile “mira, yo quiero dinero, quiero éxito y prosperar, pero no sé cómo hacerlo. Así que me pongo a tus pies y seguiré tus orientaciones, que las veré por la realidad de lo que viva, de las circunstancias que tenga; pero Tú, ¡ayúdame!, yo confío en ti, Jesús de Nazaret”. Y ese Dios que se hizo hombre, y que dijo alto y claro que todo lo que pidamos en su nombre a Dios Padre nos lo concedería, pues ¡te ayudará!, no lo dudes. Si se lo has pedido a Dios, y eres bueno y haces el bien, Dios mismo despejará tu presente y forjará tu futuro; pero te aviso, en despejar tu presente, Dios necesitará de ti, no sólo físicamente con tu trabajo, con tu carácter de persona de éxito, que es un carácter bien modelado en el bien y lo bueno, tanto en la manera de vestir, como de obrar, hablar, pensar y cuidarte; porque debes cuidar de ti mismo, porque Dios necesita de ti para darte lo que quieres, lo que le has pedido; así que debes de estar a la altura de un socio de Dios. Tú eres ese socio que has hecho el mejor plan de tu vida, que es asociarte con el Amo del Mundo, que además ¡es tu Padre!, y: te Ama, te Ama mucho, muchísimo, y por ti va a mover unos cuantos “hilos” por aquí y por allí, y claro, eso a veces, da un efecto de posible error, de montones de basura, que Dios está barriendo para despejarte el futuro, pero tú quizás sólo veas esos montones de basura, que además te han hecho tropezar y caer; y mira por donde, has empezado siendo socio de Dios, y parece que las cosas te van peor, que tienes que trabajar más o que incluso te encuentras sin trabajo, y los socios o colaboradores te han decepcionado o traicionado; pero si es así, ¡mejor que te enteres hoy y sigas caminando solo con Dios o con otras personas mejores que las que te acaban de apuñalar!; y es que para tener un éxito permanente, debes, sin embargo, primero, dejar que Dios te despeje el camino, que te quite el polvo y te prepare para que, cuando te llegue el éxito en dinero, no te traiga consigo el fracaso en otras cosas, que también es importante que tengas éxito en ellas para disfrutar así de todas.

Para tener éxito

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Tienes que tratar bien a tu personal, a las personas que trabajen contigo, a tus jefes, empleados, clientes, proveedores, al banco, al gestor, a la mujer de la limpieza y a tu cónyuge, que es tu socio, ¡quieras o no!, aunque no le cuentes nada de tu trabajo, porque tu cónyuge y tú sois una sola persona. Eso es tan cierto como el que, rezando un Padrenuestro diario, te sentirás mejor a fin de año. Por eso es lo más importante de tu vida, decidir con quién vas a casarte. Decide siempre una persona que tenga tus mismos ideales espirituales, porque eres alma, ¿recuerdas?, por eso, recuerda también que su cuerpo irá cambiando con los años, sí o sí, y su alma también; si es una mala persona que disfruta de la inmoralidad. Mira sus hechos y no sus palabras, pues entonces, si te casas con alguien inmoral, no tendrás éxito, porque el éxito sólo está en el bien y lo bueno, ¿recuerdas?… busca a alguien con tus mismos deseos de éxito, que valore la lucha y el esfuerzo, que sepa ahorrar y le guste trabajar; porque la vida va de trabajo, y para obtener el éxito hay que trabajar. Todo lo que os digan de atraer el éxito sin trabajo, no es cierto. Pero ¡es que es bueno trabajar!, y es agradable trabajar en algo que te guste, por esto el éxito siempre va dentro de tu deseo. ¿Qué deseas?… haz un plan con tus deseos, pero yo no te aconsejo que lo apuntes, ¡no hace falta!, incluso es mejor que no lo apuntes, es mejor que aprendas a hablarte dentro de ti mismo, para no dejar pistas. Y además, muchas veces, una vez apuntado el plan, hay personas que con esto ya se sienten realizadas o quedan estancadas en este plan, pero tú debes saber que, si piensas tu plan, luego es Dios quien lo ejecuta contigo; y si lo has escrito, no seguirás la guía espiritual de Dios, que todo lo sabe, incluso lo que piensa hacer tu contrincante, tu enemigo, tu cliente… ¿comprendes?

Éxito en el dinero

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: El éxito en el dinero, es que el dinero venga a ti, por algo bueno que tú das primero. Y siempre es así; el éxito es la compensación a un bien que has hecho queriendo; esforzándote en ello, preparándote para ello y dándolo, esperas, y pasado el tiempo, va llegando el éxito. Por eso algunos dicen que, según lo que piensas, atraes tú el éxito; no es bien-bien así, pero están bastante acertados, porque, claro, la semilla es necesaria, y la semilla es el pensamiento. Por eso debes pensar bien las cosas, tienes que acostumbrarte a meditarlas, a analizarlas, ¡a juzgarlas!, sí; puedes juzgar un proyecto en tu mente, ¡claro que sí!, y puedes juzgar a una persona en tu mente, para decidir sobre ella, para saber cómo es y poder ayudarla o separarte de ella, o atraerla, como es en el caso de los posibles clientes. Otra cosa es que critiques a la gente, con otros o delante de ellos mismos, pero debes conocer a los demás, como debes conocerte a ti mismo, como debes conocer tu profesión, tu negocio; conocer y juzgar, para sentenciar si cambiar de actitud y mejorar, o aceptar que no hay nada que hacer y que te quieres dedicar a otra nueva oportunidad de idea que vas a crear en tus sueños, por ver que lo que tienes hoy, no es lo que quieres tener. A veces, con algún cambio, las cosas mejoran; ¡a veces empeoran!, pero siempre, todos y todo está en movimiento, por eso también te diré que, el éxito económico, hay que ocuparse cada día de mantenerlo en las mejores condiciones de buenos réditos.

Decidir hacer lo mejor

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La buena vida es vivir bien haciendo el bien, y el éxito es hacer lo correcto, el éxito es decidir qué harás contigo mismo. Hay quien decide hacer el mal, y otros deciden hacer un poco de bien y un poco de mal; quieren ventajas humanas para poseer a los demás o a las cosas, pero lo bueno es que las cosas vengan a nosotros, es que las personas quieran estar con nosotros, y cada quien atrae a su semejante; por eso los malos, los que obran más mal que bien, esos son tantos y se unen para decidir hacer el mal, porque el mal siempre necesita aliados, es muy difícil que el mal se haga solo, es decir, sin una sociedad; normalmente para hacer el mal, hay que sincronizar varias cosas a la vez, porque Dios hizo las cosas bien, y el mundo está hecho por Dios. Pero en el mundo hay los malos espíritus, esos que inducen a tantos al mal, porque la gente no sabe hablar consigo mismo, a la mayoría les han enseñado a decidir en colectivo, a que miren lo que hacen otros o lo que dicen otros, antes de tomarse su tiempo y meditar sobre LO QUE QUIEREN HACER. La gente, mucha, no sabe qué quiere hacer, porque a muchos les han enseñado que deben de hacer lo que dicen los libros, la profesora, los padres… Y si lo que enseñan está bien, pues eso no haría daño a nadie, pero es difícil hallar a sabios en la sociedad; normalmente, en todos los tiempos, los sabios viven solos, se dedican a la meditación y no hablan mucho de ellos mismos, y mucho menos hablan de los demás. Y es que la sabiduría, como el respirar, cada quién la puede alcanzar por la meditación en las buenas obras, en decidir hacer lo mejor que uno puede hacer. ¡Vivir pensando en ser bueno y hacer el bien, es vivir en la mentalidad del éxito!

El carácter

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La alegría de la bondad, de superarte, día a día, en ella, en la bondad. En pensar cómo hacer las cosas mejor mañana, cuando de nuevo, por la rutina te encuentres en las mismas circunstancias que hoy. Ese examen de conciencia, en poder dar cada día más de ti, ¡mucho más! Vemos que los deportistas lo hacen con su cuerpo, vemos que se puede hacer, y vemos que si uno puede dominar su cuerpo, que es difícil, pero lo hace, puede dominar su carácter, porque es por el carácter que somos lo que somos, que hablamos como hablamos, que hacemos lo que hacemos. El carácter, forjado con la voluntad, es la dicha de ser tú mismo lo que quieres ser, y siempre hay satisfacción en querer ser mejor que ayer. De la misma manera que siempre queremos que nos quieran más que ayer, y la gente que nos ama, nos quiere más que ayer, cada mañana, porque nos ha querido durante el día de ayer, y queriéndonos nos ha cuidado, ha estado pendiente de nosotros, como tú tienes que estar pendiente de ti, cuidarte, porque, a quien debes de amar primero, después de Dios, es a ti, porque amándote, te cuidarás y sabrás así cuidar también a los demás. Amarte es cuidar tu alma, que se separará de tu cuerpo y seguirá la ruta de la vida espiritual, que todos viven una vez han pasado por el tiempo de la vida en el cuerpo, y tenemos experiencia de ello, conocemos a miles de personas que han vivido en este planeta Tierra y se han ido, dejando aquí su cuerpo, pero siguiendo viviendo en su condición de alma, esta energía espiritual que es vida.

Hacer el bien

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Sufrir por no pecar, sufrir por hacer siempre el bien y lo correcto, eso es lo que lleva al éxito, porque un bien como es el éxito, no se empareja, jamás, con un mal, como es el pecado. El pecado es no hacer las cosas bien, y entonces, si se hacen mal, se fracasa, por lo cual no llega el éxito. A veces se fracasa por el mal que otros nos hacen, para que no tengamos éxito; por eso fracasamos: porque hay crisis (cosas malas que otros han hecho), porque se ha pasado por un accidente (donde otros nos han dañado, queriendo o sin querer, o inducidos por otros que han hecho mal las cosas; quizás un fallo mecánico…), o porque hemos cogido una enfermedad o nos la han contagiado, o no comiendo sano, o no cuidándonos correctamente con la higiene y el descanso; o con malos pensamientos, ¡uuuyyyy!, los malos pensamientos traen muchas enfermedades, y no sólo mentales, incluso a muchos los llevan a la muerte. Pero tú tienes que vivir, y por eso estás haciendo las cosas bien y haces lo correcto, y por lo cual ya te estás, digamos, “desprogramando” del error en que habías estado actuando, y has decidido ¡hacer tu mejor interpretación!, la de hacer las cosas bien; y no sólo bien porque sí, sino para ofrecerlas a Dios, que te creó, como demostración de tu gratitud, respeto y amor, porque sabes que Dios te Ama, porque sabes que es su Amor lo que nutre tu alma y la ayuda, con este alimento espiritual, de ser amado por Dios; te ayuda a vivir la vida con alegría, la alegría de la fe, la alegría de saberte libre y de actuar libremente, pese a quien pese, aunque sea a tus padres, a tus hijos, a tu cónyuge, a tu jefe, a tus socios, a tus amigos… tú decides y puedes decidir; y en decidir lo correcto, por la fe, te llenas de alegría, la de ser perfecto, por decidir lo perfecto, que lo perfecto es lo mejor para ti y para todos, es decir: hacer el bien, ser bueno.

El alma

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: El alma es una realidad humana. Tú eres alma, alma y cuerpo, pero eres también alma, y esta alma que eres, jamás morirá, vivirá para siempre, en las condiciones que le enseñes a vivir; si es en la maldad, vivirá en el Infierno; si es en la bondad, vivirá en el Reino Celestial. Tú decides, sobre ti mismo, esa gran realidad de la libertad, que en cada uno existe, y debes decidir lo que quieres hacer contigo mismo, aparte de lo que quieras vivir. Es decir, la realidad es que tú puedes hacer las cosas bien o mal, puedes decidir ser buena persona o mala persona, y debes decidirlo ya, porque el tiempo corre… tic, tac… tic, tac… tic, tac… Decide qué quieres hacer. A ver… díte qué clase de personaje quieres interpretar como protagonista de tu vida; ¡puedes hacerlo!, es más, ya lo haces, todos lo hacemos siempre, consciente o inconscientemente, cada uno decide ser quien es. Hay quien decide que otros decidan por él, o por sus hijos, cuando son pequeños, porque los niños serán lo que ahora les enseñes a ser; sí, ¡tú decides en ti y decides la educación de tus hijos!; tus hijos y tú mismo, son responsabilidad tuya. Bueno, ¡eso es bueno!, porque tú eres bueno e inteligente, y sabes lo que quieres; quieres hacer el bien y lo correcto; entonces, saber que puedes hacer de ti, de tu alma, lo que quieres, ¡es una maravilla! Disfruta del poder que Dios te ha dado de ser lo que quieras ser; y tenemos a Dios Hijo, a Cristo, que vivió en las condiciones humanas del cuerpo, para que lo imitemos, porque Dios es bueno y hace el bien, y esto es lo correcto, lo perfecto, lo mejor para cada uno, para todos. Sí, imitar a Dios es lo mejor para ti.

La Verdad, de verdad

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La Verdad, de verdad, sólo la sabe Dios. Así que, si algunos quieren decirte SU verdad, puedes tener paciencia y escucharlos, y así los ayudas a calmarlos, pero que sepas que lo que te dirán será su verdad, que puede que ellos crean y puede que para ellos sea así, como la dicen, pero la Verdad, la verdadera, sólo la sabe Dios, y a Él debes acudir en oración para calmar tu mente de las “verdades” que te han dicho, para saberte Amado por Dios, y por lo tanto, libre de las “verdades” de los que puede que crean que sea la verdad, pero quizás sea sólo SU verdad. Como tú, puede que tengas TU verdad, pero para tener éxito, lo importante es la Verdad que sólo sabe Dios, y que confiando en Él, en obrar bien por amor a Él, que es Bueno y hace el bien y siempre nos perdona, y SIEMPRE nos Ama, y cogiéndonos de su mano, nos lleva al éxito que, como buen Dios y Padre nuestro que es, quiere que sea nuestro, de cada uno; porque cada uno puede tener su éxito; no necesitamos hacer maldad para triunfar, porque hay un lugar en el mundo para cada uno; también para ti, ¡búscalo!, confiando en Dios que sabe la Verdad de todo y de todos, y sabiéndola, nos Ama y quiere darnos el éxito, que siempre está condicionado en hacer el bien, lo correcto, en todo momento. No tengas miedo a la verdad de otros, puedes escucharlos, sabiendo que la Verdad está por encima de todas las “verdades”, la suya, la tuya, la de cada quien, porque la Verdad es Una, y nos hace libres de todas las demás verdades que se dicen.