Saltar al contenido

Para emprendedores - 2. página

Todos somos hermanos en Cristo

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Vives en una sociedad, en un colectivo, por el que te mueves, con el que convives y te relacionas, que necesitas y te necesitan. Tienes que saber quiénes son estas personas; no tienen por qué ser tus enemigos, ni tus amigos; son ciudadanos del mundo, del planeta Tierra; son todos hijos de Dios, ¡eso sí! Por eso, todos son tus hermanos en Cristo, incluso tus hijos y tus padres y tu cónyuge. Todos tenemos un alma que por el cuerpo puede vivir en este planeta, pero que sin el cuerpo, no podemos vivir aquí, en la Tierra, por eso, cuando nos morimos, cuando el cuerpo deja de hacer sus funciones, se nos acaba el tiempo de vida, de este tránsito por este mundo terrenal, y seguimos viviendo en el mundo espiritual de donde hemos venido, por deseo y obra de Dios que nos depósito en el vientre de nuestra madre humana-terrena, cuando por el acto sexual, el esperma de nuestro padre entro en el óvulo de ella, fecundándolo, y en este mismo instante, por las condiciones óptimas de fecundación, esa alma que somos nosotros, que eres tú, diste vida a al cuerpo por la fuerza energética del alma que da vida al cuerpo y que cuando se va de él, por su muerte, deja muerto al cuerpo. Si el alma no se fuera, el cuerpo se regeneraría y viviría, pero el alma se va cuando el cuerpo la rechaza por morir, por dejar de funcionar. Alma y cuerpo están sincronizados en la vida y en la muerte; así lo hizo Dios.

Volver a empezar

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Volver a empezar, ¿cuántas veces?, las que haga falta, si es preciso cada día, pero no dejes NUNCA la esperanza de que puedes triunfar si sabes en qué, si te preparas, si sabes hacerte un plan y perseverar, luchando siempre contra la contrariedad, los problemas que surgirán y que pocos son predecibles, porque la experiencia enseña que muchas cosas que pasan no te las esperas, y por tanto, las soluciones a las mismas, de igual manera te llegarán, vía Divina Providencia, si tú siempre confías en Dios y le expones a Él tu problema y preocupación, usando además el consejo de los expertos y confrontando las soluciones que te dan, decidas siempre bajo la premisa de hacer el bien y lo correcto, lo mejor para dar solución a la situación, que si miras atentamente siempre trae consigo una ventaja, que al buscar la solución encontrarás, acompañando el proceso de esta, y crecerás como persona y profesional. Y si te desanimas, que te ocurrirá, que sepas que es normal y que contra esto está tu voluntad de querer nuevamente levantar el vuelo y prosperar en la vida, porque tú puedes sí quieres, si sabes lo que deseas, estudias el tema y te pones en acción, empezando con los medios que haya a tu alcance y con ellos creando opciones que te lleven a las condiciones de prosperar en tus deseos de triunfar, de llegar al éxito. Busca gente de buen carácter, trabajadora, puntual y constante, que hagan buen ambiente de trabajo con un ritmo constante, que sean aplicados, estén bien informados, no se asusten de los problemas y afronten los errores, suyos o de otros, como algo normal en el ser humano, y sabiendo que estos errores siempre traerán de la mano una recompensa si se acogen con ánimo de solucionarlos y no de ir buscando al culpable para crucificarle; evidentemente si no son personas eficientes, si perjudican la marcha del trabajo, de la economía tienes que hablar con ellos y darles las opciones reglamentarias del Ministerio de Trabajo, y antes de contratarles, entérate bien de saber a lo que te comprometes de aceptarlos como parte de tu plantilla de trabajo. Te recuerdo que los enchufados, los que vienen muy bien presentados por amigos, familiares y conocidos, pueden ser lo que dicen ser o puede que no lo sean, haz unas normas a seguir en tu empresa, despacho, tienda, oficina, etc., y tenlas en cuenta a la hora de contratar personal. Hay personas con talento y otras con descaro, algunas aparentan y otras le ponen ganas a todos los temas que les competen. Piensa que son personas y su vida personal les va a influir en su manera de actuar, de vivir, de trabajar; por esto es bueno que te hagas un perfil apropiado teniendo encuentra tus necesidades de tipo de personal que necesitas para cualquier estrategia; el engranaje del buen funcionamiento depende tanto del personal como del líder y del dueño o socios, también los ejecutivos tienen sus más y sus menos, hay muchos que son agresivos y buenos y otros que no dan de sí el ciento por ciento; algunos que llevan su voluntad férrea por dentro y por fuera tienen buen trato con los demás; esos son muy importantes para que la buena marcha no desfallezca, y sobre todo hazte cargo de los comerciales, y de los de la sección de ideas de marketing, porque si tienes un buen producto y queda en las estanterías, sin vender, eso no es rentable y aunque el producto sea de la mejor calidad, y tú lo sabes, tienes que darlo a conocer, porque los demás sólo saben si se les informa. Controla la producción y contrata a personas competentes, amables, educadas y que tengan la capacidad de valorar la oportunidad que tienen de trabajar contigo. Hay muchas clases de personas, como de circunstancias, y por lo tanto tienes que poner un especial interés en saber a quién contratas; y si te equivocas, porque han venido a la primera visita con careta y luego ves su verdadero rostro, no te desmoralices, prepárate antes y estate al tanto de cómo funciona en tu país todo el asunto del Ministerio de Trabajo. Y aprovecho para decirte, que no olvides las condiciones de sanidad, ni de buenas costumbres del personal, porque son horas de convivir juntos, trabajando para llegar a una meta común, el éxito de la empresa, luchando con la competencia y estando muy preparado porque hay clientes que para sacar ventajas ven al Organismo de Consumo, un aliado, para devolverte los productos aún que hayan sido usados; hay mucha pillería en estos días y siempre, es bueno que los buenos no sean tontos, sino que como Dios sugirió, hay que ser astutos como serpientes y mansos como palomas, para no hacer daño a nadie y que nadie te dañe a ti, seas empresario, padre de familia, profesional individual o empleado. No te desanimes porque te haya hablado claro, ya que sabiendo lo que hay y puede haber decides mejor si vale la pena dedicarte a un tema o prefieres cambiar y triunfar en otra materia, porque hay muchas cosas que puedes hacer para lograr el éxito que deseas y yo te deseo también. ¡Planea!, haz planes que puedas soportar y alcanzar, teniendo en cuenta todos los pros y los contras que todas las cosas que valen la pena, tienen siempre y según la persona que seas tú; busca tu misión en la vida más que por la ilusión, con ilusión en lo que tienes capacidad de hacer más que en lo que quisieres hacer, porque si tienes sesenta y cinco años y eres de mediana estatura y nunca has hecho deporte, si quieres decidirte a dedicarte a ser jugador de básquet, un campeón profesional, por mucha ilusión que tengas, lo tendrás más que difícil, imposible, porque las cosas en el deporte son así, hay unas normas físicas, unos requisitos que no van contigo. Aprende a ser tu mismo tu consejero, porque no hay nadie más sincero que uno mismo, si quiere serlo.

Ser rico millonario

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Dios tiene el poder, todo el poder está en Él; formó los cielos y la tierra. Solicitando su ayuda, y además de ello, entregándonos al trabajo duro y tenaz para ser ricos, millonarios, no por el poder del dinero, sino POR LA EFICACIA DEL TRABAJO BIEN HECHO, porque todo se paga en esta vida, también se recibe el pago de un trabajo laboral bien hecho, Dios nos dará, por su poder, lo que deseemos que nos dé Él, sabiendo que viene de Él, y que es un regalo suyo, que nos da por las oraciones de confianza que elevamos a Él, para el bien de nuestra alma y el bien mundial; porque hace falta, mucha falta, que personas buenas y honradas, tengan dinero, sean ricas y millonarias, para dar oportunidades a los demás de tener éxito, ya que cuanto más compartes con las personas, más recibes de la vida; porque la riqueza se crea, es producto de los talentos, es el pago de un trabajo siempre bien hecho. Te animo a que te animes y animes a los demás a desear prosperar, a querer ser rico, millonario, en dinero, en fe, para creer y pedir, y en bondad, para conseguir eso que te dará tu éxito. El dinero debería ser para invertir y crear nuevos y buenos puestos de trabajo, donde personas de honor, pudieran realizarse y santificarse trabajando y haciendo una buena labor, ¡la mejor!. El buen líder saca de los demás, lo mejor de sí mismos, como los profetas, y ayuda a la empresa, como el sacerdote ayuda a la Parroquia a la cual pertenece, cuidando de sus feligreses, como el líder cuida de sus empleados, porque el trabajo es un medio para ayudar a los demás a sacar lo mejor de sí mismos, para que se sientan realizados, sea cual sea su cargo, incluso el que envuelve los paquetes, es parte del engranaje de servir un buen producto a los clientes; al igual que el personal de la limpieza, que es tan necesario para mantener las cosas higiénicas, limpias y ordenadas, para que el trabajo de los demás se realice mejor, por tener, por estar en condiciones de higiene y limpieza, que son parte de la belleza exterior y que ayuda a hacer una buena labor, como la hace el inventor. El producto adquirido que ha sido envuelto por el competente trabajador, que siendo parte de la empresa, ayuda al producto a llegar al consumidor. Y así en todo, porque hay quien ahora puede ser el que empaqueta, y sueña con ser otro día dueño de su propia empresa, y puede serlo, ¿por qué no?; ¿quién lo impide?, ¿quién puede impedirlo si tiene a Dios y así mismo? NADIE; pero en todo hay un proceso; primero el deseo, luego conocer el medio, informarse de lo que quieres hacer y qué es lo que necesitas para conseguirlo, y preparar tu plan, sin dañar a nadie, siempre seguro de que hay una oportunidad para ti, y Dios te las irá entregando a medida de tus posibilidades, que irán creciendo entre oportunidades y derrotas temporales, sea por culpa de otros, sea por errores tuyos, sea por causas inesperadas, problemas, y digámoslo claro, también puede ser que tus enemigos no quieran que consigas lo que ellos no han conseguido, o sí lo tienen, y no quieren que tú también lo tengas. Todo esto puedes, podrás superarlo, siempre haciendo el bien y confiando en Dios, que es infinitamente bueno, misericordioso y todopoderoso; hazle tu socio, tu confidente, tu Dueño y Señor, al que quieras servir con toda tu labor para hacer un mundo mejor, donde la pobreza sea abolida, donde las oportunidades de mejor vida, sean para todos, y la gente pueda ser persona y tener pan y techo, amor y respeto; y todo esto puede darlo Dios mismo, a quien se lo pida en nombre de Jesucristo.

Superar el miedo

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: En cuanto a tu familia, sobre todo a tus padres, ¡ámalos!, porque tú lo necesitas, necesitas amarlos, y ellos necesitan tu amor. Y ten en cuenta que aunque son mayores que tú, no da la santidad la edad, sino la voluntad, y es muy difícil llegar a la perfección, y a unos les cuesta más que a otros, porque no se lo cogen en serio muchas veces, porque no saben cómo hacerlo, porque tienen miedo, porque el miedo mata toda la bondad que pueda contener un corazón en paz; el miedo es la guerra personal con el que deben luchar las personas, porque el miedo debilita, no son los desengaños los que debilitan a las personas, no es el dolor, ES EL MIEDO; el miedo es el enemigo de ti mismo, vive en ti y te sigue adónde vayas; es el causante de tu falta de éxito, porque o tienes miedo de no conseguirlo, o tienes miedo de quienes te dicen que no lo conseguirás; si tú vas con paz, si tienes un trabajo honesto y tus intenciones son de honor, y todas tus acciones están en orden a lo bueno y el bien, ¡todo te irá bien!; por mal que vaya, te irá bien, porque irás adelante aunque los contratiempos quieran pararte; si tú no tienes miedo, proseguirás luchando y venciéndote a ti mismo, a los demás, y a la vida misma, que te puede hacer perder la paz. No eches la culpa a tus padres de lo que te pase, porque ellos te han cuidado, a su manera, según sus propias posibilidades; no pierdas tiempo meditando en que si hubieran hecho eso o aquello; tú mira lo que vas a hacer de ahora en adelante, unido al Buen Dios y a las buenas acciones que te irán aumentando la fuerza para luchar contra el miedo, porque hacer el bien y lo bueno, lo correcto, en el cumplimiento del deber diario, te va reforzando y dando estrategias positivas para luchar contra el miedo. ¡Todos tienen miedo!, ni uno no ha conocido el miedo, pero la fe, la fe puede vencerlo; y la fe tiene que ser con obras, y las obras de la fe, siempre son buenas; por eso, al hacer el bien y lo bueno, las cosas te irán bien, e irás perdiendo el miedo a medida que pasen los días, y viviendo en armonía con tus padres y familia. Los problemas derivados de la familia, debilitan, porque son afectos que viven en tu corazón y que te pueden matar o hacerte mejor. Tú, sé mejor para ayudar a la familia, y en vez de criticar y esperar lo que quieres que te den, apóyate en Dios, y da tú a todos, tu bondad y valentía en no juzgar, en dejar que cada quien sea como es; y permitiéndoles vivir su libertad, con tus obras, vivas la tuya, porque nadie puede ir, JAMÁS, contra quien hace siempre el bien. Si ellos gritan, tú callas; si ellos te insultan, tú callas; si ellos te piden que hables, bendíceles en tu mente y habla siempre correctamente, aunque te cueste, porque si quieres tener éxito, ¿crees que no te costará también llegar a él?; y si no sabes dominarte delante de tus padres y familia, no sabrás dominarte delante de tus enemigos, y ¡esos sí que pueden apuñalarte!. La prueba primera que debes de pasar, es hacer el bien delante de tu familia; si no puedes conseguir esto, difícilmente conseguirás pasar las pruebas que vas a encontrar, en conseguir lo que quieres para ti. Si tienes una familia que te hace sufrir, piensa que es allí, con ellos, donde tienes que practicar sacarte el miedo, haciendo el bien, lo bueno y lo correcto; porque si quieres ser alguien grande en los negocios, tendrás que enfrentarte a tipos duros, muy duros, que pueden querer incluso llevarte a la cárcel, denunciarte, con trampas, sobre tu empresa, para que no prosperes. Elige muy bien a tus empleados, porque hay empleados que denuncian a sus jefes con calumnias y engaños; así de duro es querer sobresalir económicamente, porque hay muchos que pretenderán hundirte, ex amigos incluidos, familiares, hijos, padres, ex cónyuges, y todo un sinfín de personajes. ¿Aún sigues ahí?… Bien, ¡búscate un buen abogado!, porque tarde o temprano, lo vas a necesitar, si es que quieres prosperar hasta llegar a alcanzar tus propios sueños; pero vale la pena, si lo haces siempre haciendo el bien y lo correcto, sin dañar a nadie y protegiéndote de todos, incluso de los malos padres o hijos, hermanos, amigos, tíos, primos, e incluso abuelos, porque la codicia no tiene edad ni rango; y la malicia es muy mala y envenena la sangre, perdiendo su identidad, y aunque sea tu propia familia, te pueden intentar despedazar; pero sólo los buenos, haciendo el bien, pueden resistir y aguantar, jamás el mal se acaba con el mal, eso nunca ha pasado ni pasará, en una guerra individual. Ama a tus padres, cuídalos, escúchalos, y dales lo mejor de ti. Tienes tiempo de prosperar, porque las prisas no son buenas consejeras; quien empieza su negocio estando a mal con la familia, puede que nunca consiga el éxito que pretende, y aún siendo malos, puedes hablar con ellos y exponerles que quieres llevar a cabo tu éxito, que pides su bendición, y si no te la quieren dar, acéptalo, porque hay padres muy malos, otros no tanto y otros hay de buenos, y muchos de santos; por eso, cada caso tiene su proceso, pero en todo caso, es bueno que siempre hagas el bien y lo correcto, y pidas al Buen Dios, Jesús, que te ayude a llevar tus cosas en tu casa, con tu familia, con bondad, y verás que las puertas, si tienes paciencia y bondad, se abrirán para ti, sea para entrar o para salir, depende de los padres que tengas; y en cuanto al miedo de ellos, o al tuyo propio, puedes defenderte de él con mucha oración y haciendo obras de caridad; no hay nada mejor para alejar el miedo, que ayudar a otros que necesitan de ti. Y hay tantos por ahí. Confía en Dios, y pide las cosas por favor, y da las gracias. No te apresures en hablar, y medita las consecuencias de tus propias palabras; y antes, mejor calla, diciendo que te lo pensarás, que tienes que meditarlo, y ya les contestarás; eso siempre calma los nervios alterados.

Tú a lo tuyo

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Las palabras; si eres capaz de pensar antes de hablar, de decidir si decir o callar, tendrás mucha más fortuna, mucha más paz y menos remordimientos a la hora de recordar tus hechos; y es importante que tú vivas bien contigo mismo, porque la vida va de ti. Amigo, te sugiero el ejercicio de pensar, antes de hablar. Que no te importe lo que te digan, porque lo importante es lo que tú te digas a ti mismo, a solas, en tu examen de conciencia diario; antes de seguir apoyando tus proyectos, cuando revises tus palabras y obras, y si avanzas, sigues o retrocedes en la consecución de tus deseos, entonces, en ti mismo, en oración secreta a Dios, medita todo tu plan de vida, todo tu plan de vida presente, pasado y futuro, para darte cuenta de dónde estás, para animarte a seguir luchando en lo que crees: en ti; porque debes creer en ti, debes vivir para ti y el cumplimiento de tu decisión de tener éxito en lo que deseas, en lo que quieres, y siempre haciendo el bien y lo bueno, lo correcto y justo. Sabes que la ayuda de Dios, ¡la tienes siempre!; sabes que lo que quieres, necesita de tiempo para desarrollarse, de sueño a un hecho material, físico, a una obra real; pero si antes no has soñado, difícilmente serás lo que tú quieres, sino lo que la vida haga de ti; y eso no vale, tienes que decidirte a vivir tú, pero ante todo y sobre todo, cumple siempre con tu deber; y si por cumplirlo, debes esperar a empezar a construir tus sueños, confía en la Divina Providencia, porque Dios nunca falla, jamás te deja; y si debes dedicarte primero a otras cosas que no son tu sueño, ¡hazlo!, porque ante todo y sobre todo, es el deber cumplido. Tu sueño siempre te esperará, y te aseguro que llegará el día en que podrás hacerlo realidad; y te diré más, quizás por haber cumplido con tu deber, Dios te dará más éxito del que soñaste alguna vez; porque a lo mejor, si empezaras ahora fracasarías, por lo que sea, y Dios sabe; y por eso, permite que quizás alguien te necesite, o no tengas los medios necesarios para empezar a hacer realidad tu sueño, para que no lo pierdas en este intento de ahora, y en cambio, pasado el tiempo, este sueño tuyo será un éxito mejor que el que esperas, ya que los sueños hay que hacerlos en su momento; por ejemplo, ¿cuántos sueños se pueden realizar en un país si está en guerra o si pasa por una crisis económica?; hay cosas que uno no puede controlar, pero sí que puede esperar a que pasen los malos tiempos, y mientras, dedicarse a otras cosas y seguir insistiendo en oración a Dios, a solas, sobre los planes de tu futuro. Tampoco puede buscarse pareja, si no tienes las condiciones positivas para ayudar a que la relación no muera.

Tu cónyuge es tu socio

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Tú a lo tuyo; que hablen, que digan, que piensen…tú a lo tuyo. Evidentemente, que mientras te estés labrando un porvenir laboral, mientras estés construyendo tu sueño, no vas a tener dinero, porque todo lo ahorrarás y lo invertirás para que trabaje para ti y te dé la posición económica que esperas, y quieres, y rezas a Dios, para conseguir; entonces, en esos momentos, quizás lo que digan de ti, algunas cosas sean ciertas, como el que no has triunfado; y digámoslo claro, también pueden decir que eres un fracasado, un inútil, un iluminado; porque no es lo mismo, entrar en una empresa y tener un empleo fijo, o ser un funcionario del Estado, con un puesto ya determinado de por vida, que ir a por tu negocio, para desarrollar tus intenciones de crear algo propio y no trabajar para los demás; no es lo mismo, trabajar en algo nuevo y tuyo, que en lo de los demás; son cosas distintas, y cada quién hace lo que desea; pero si tú has optado por la opción de hacer tu propia empresa, de crear tu propio negocio, entonces, está claro que no vas a hacerte millonario en una semana, en un mes, ni en un año; pasarás años de pruebas y trabajo duro; también los que estudian, pasan por esto, y a esos les comprenden, pero quizás a ti no te comprendan; ¡acéptalo!, acepta que lo que hablan de ti, lo que dicen de ti, lo que piensan de ti, puede que para ellos sea cierto, sea su verdad; tú no hagas como ellos, que no te comprenden, tú compréndelos, y acepta que piensen y digan y hablen de ti; ¡tú a lo tuyo!, porque no vas a ir explicando a los demás tus intenciones, tus secretos profesionales; si lo haces para que paren de hablar, entonces posiblemente alguien te robe la idea, o te haga desistir de ella; porque la gente es así, eso lo sabemos todos, y tú tienes que tenerlo en cuenta, y seguir con la tuya, porque es tu vida, es tu profesión, es tu propia decisión, lo que cuenta para ti. Excepto lo que piense tu cónyuge, eso sí que es importante para ti, porque el vínculo matrimonial es SAGRADO; por eso, antes de contraer matrimonio, asegúrate que tendrás EN TODO, el apoyo de tu cónyuge, porque de lo contrario; tu vida será UN INFIERNO, ya que, quieras o no, tu cónyuge es TU SOCIO en todo, incluso de tu empresa o negocio o empleo, porque todo lo que haces, le afecta, y lo que hace él, te afecta a ti; es normal y natural, y ¡no pasa nada!, si lo has tenido en cuenta. Demasiados se casan por el sentimiento sensual y sexual que otra persona le induce a tener, pero ¿qué tal es de carácter?, ¿querrá volar a tu lado?, ¿será un buen cónyuge para ti?; de no ser así, ¡no te cases!, es mejor que sigas esperando AL AMOR; porque el amor existe, miles de personas se aman y son muy felices, ayudándose mutuamente en todos sus sueños, y en realizarlos. Es importante, para ser feliz, que tengas un muy buen matrimonio. Apoya en todo a tu cónyuge, y acepta su apoyo, y si en cosas, que habrá, no estáis de acuerdo, porque sois diferentes; ¡habladlo!, bajo la luz del sentido común y la lógica, de lo legal y moral; rezad el uno por el otro, y juntos; mejor si tenéis la costumbre de rezar cada día en familia, el Santo Rosario a la Virgen María; y Ella, Madre vuestra, que procuró el vino en las Bodas de Caná, procurará por vuestra paz y alegría; y para que la gente no diga, hará lo mismo que hizo por esos esposos que le invitaron a la boda, a Ella y a Jesucristo; que Jesús, Dios, por Ella, por la Virgen María, Madre de Dios, hizo su primer milagro de amor, y los sigue haciendo; millones de personas saben que es cierto, porque han recibido de Dios, por la intercesión de la Virgen María, milagros y gracias, y la ayuda eficaz de Dios Espíritu Santo, que por orden de Dios Padre, y por Él mismo, nos ama tanto; es nuestro Consolador y el que inspira la inteligencia, que cada quién necesita, para salir de los problemas, siguiendo su plan de vida, de ser fiel a la Santísima Trinidad, en compañía de la Sagrada Familia, para hacer con tu familia, una Iglesia Doméstica, donde haya pan y paz, amor y fe, esperanza y caridad; con eso te digo, que la ayuda de Dios, Uno y Trino; ¡jamás te va a faltar!; pero no faltes tú a tú ideal, y te cases con quien no comparte tu modo de vida; se puede servir a Cristo y triunfar en esta vida, porque el éxito es esto: con fe, hacer rendir tus talentos, y servir a otros con ellos, siendo bueno y haciendo el bien, lo correcto, y cumpliendo con tu deber; y todo, por amor a Dios.

El paraíso perdido

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Ese Paraíso perdido, tu naturaleza lo recuerda; allí la supervivencia era vida, allí los días no tenían tiempo y aún así, se vivía con los hechos, por los hechos. Lamentablemente, el Paraíso lo tenemos aún perdido, y aquí en la tierra sigue y seguirá perdido, porque no es de esta naturaleza, es de otra, la que no conoce la muerte ni la decadencia; allí todo es perfecto, como perfecto es vivir sin tiempo, en esta eternidad que nos espera cuando la muerte haga callar al cuerpo y se vaya esa alma que también somos, al Cielo o al Infierno, al sí o al no; al sí de ser semejantes a Dios en el bien y ser buenos, o al no que el Ángel caído, Satanás, y sus secuaces, le dijeron a Dios, de no querer servirle en el tener que ocuparse de nosotros y no en sus cosas solamente. Lo mismo decidimos nosotros, cada uno de nosotros, tú mismo, porque en este mundo se decide si servir a Dios con un sí, o con un no, negarle querer ser como nos creó, libres para servirle y servirnos unos a otros; porque el mundo es de todos, para todos, y todos nos necesitamos unos a otros, como el enfermo necesita del doctor, el hijo de la madre, y el esposo de la esposa, para seguir viviendo, cada vez mejor, en esta tierra, que es de todos, y que los sueños de cada uno, harán del mismo, del mundo, un mundo mejor, si siempre van unidos en hacer el bien y lo bueno, lo correcto de cumplir fielmente con el deber de cada quien, porque tú tienes un deber que te es propio, el de cubrir tus necesidades y ayudar a otros, a los niños, a los débiles, enfermos o ancianos, a tener una vida digna, en la que sus necesidades básicas estén cubiertas, porque el cuerpo tiene sus propias necesidades, y la decencia es parte de ellas, porque ser decente es proteger tu cuerpo de los ataques de los indecentes, de los que no tienen escrúpulos ni moral, y te ven como un objeto o como un animal, siendo persona como eres, con entendimiento, sentimientos e inteligencia, que hacen de ti un ser libre de decidir cómo actuar y dominar en ti mismo lo que puede dañarte o dañar a los demás, si siendo egoísta o dándote al instinto animal, no te dominas el cuerpo, que perece, por el bien de tu alma inmortal que es salida de Dios, y siendo de Él, está preparada para ser buena, como también el cuerpo puede serlo, porque también fue creado por Él, por Dios; pero el cuerpo pasó el proceso del pecado original, y en cambio, el alma sigue siempre dada en el mismo momento en que empieza a formarse el cuerpo; es tal su armonía, que no se sabe si es primero el alma o el cuerpo, lo que te hace persona; algunos dicen que el alma, otros dicen el cuerpo, lo cierto es que el cuerpo muere y el alma sigue viviendo; aún hay mucho para entender el proceso de la vida, pero lo cierto, la verdad, es que la bondad siempre será positiva, la bondad siempre te unirá a lo que Dios es, que es bueno, porque todo lo hizo bien, sólo que su propia creación, los ángeles, algunos, se le sublevaron, y por ellos, la persona fue tentada, cayendo en la mala tentación del que se sublevó a Dios, perdiendo así la Gracia, que le daba el poder de ser inmortal y tener una existencia feliz, sin dolor ni penas, como la que tienen las almas buenas, guardándose aquí, en la tierra, de pecar, o si pecan, teniendo la humildad de irse a confesar y pedir perdón por la traición de no hacer el bien y lo bueno, como Dios quiere y pide a todos, que así llevemos a cabo nuestra vida, con una conducta digna de recibir el Amor de un Dios que se entrega, pasada la muerte, en la Vida Eterna del Cielo, el Reino de Dios; donde el Amor, la dicha y la alegría llenan el alma de los que saben dominar su cuerpo y no entregarse con él, a hacer el mal en vez del bien, como hace, hizo y hará, el Sumo Bien.

Qué es la moral

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: La moral, ¿qué es?… En todo lo que se hace y puede hacerse en este mundo, hay el bien o el mal, el sí o el no, lo justo o lo injusto, lo lícito o lo ilícito. Si te riges por los diez mandamientos de la Ley de Dios, tendrás más talento que la mayoría de personas que viven sin normas. Las normas, en este mundo, existen, están presentes en la sociedad, en la familia, en las escuelas, las fábricas, las empresas, los despachos; en estar de alquiler, al conducir un auto, operar a un paciente, escribir un documento, al cocinar; en el gastar, porque sin dinero no puedes comprar; incluso hay normas en tu cuerpo: debes dormir, debes comer, debes amar y ser amado, para poder ser un buen ser humano. Y todo lo que desequilibre la armonía de la vida, es un mal, y todo lo que contribuya a la armonía misma para que siga, es un bien. La pasión, si no se controla, puede descontrolar la armonía familiar, la armonía personal, la armonía cívica, porque la pasión, ese deseo que el cuerpo desea, sea pasión sexual, sea pasión de poseer, algunas veces, incluso lo que otros tienen, no es buena. La pasión debe canalizarse, se le debe enseñar lo que sí que le vas a dar y lo que no podrás permitir que te exija; porque el cuerpo, por sí solo, tiene sus propios deseos y necesidades, que la persona puede y debe enseñarse a sí mismo a darle lo que realmente sea bueno para él, o sea, para ti mismo; porque alma somos, que dentro de un cuerpo vivimos aquí, en el planeta tierra, donde debemos usar de él para vivir el tiempo y ocuparnos de mantenernos con vida, porque vivir es la condición humana de todo ser humano, de todo ser viviente, de toda planta o semilla. La moral es la norma que rige lo racional, el ser seres racionales y no animales. Las personas podemos construir un mundo mejor, a medida que pase el tiempo, y eso vemos que se ha hecho y se hace y se debe seguir haciendo, pero algunas personas son tan, digamos, primarias, que dejan a la pasión, dominar a la razón, y se vuelven irrazonables, y por lo cual, no tienen moral y pierden el rumbo de sus verdaderos intereses. La moral es seguir una serie de normas que te ayudan a vivir bien a ti y a todos, porque son normas éticas que permiten que cada yo viva en nosotros, y formemos un mundo colectivo donde la relación y la sociabilidad, sean de un trato agradable, donde pueda confiar uno en los demás, y los demás en uno; y los líderes son eso, personas en quien uno confía, de quien uno se fía, y pone en manos de ellos, su empresa, su dinero, el prestigio de su nombre, para que los represente, y haciendo de jefe, ahora llamados ejecutivos, tengan a su cargo personas con el carácter adecuado para hacer rendir más y mejor la empresa, el negocio; para hacerlo próspero, y prosperar no sólo en el tiempo, sino en la eficiencia comercial. También necesitas un buen economista entendido en finanzas, además del abogado, que ya alguna vez te lo he recordado. La empresa es como un país, es como una familia, que debe vivir bien e ir prosperando y creciendo con el tiempo. Sin moral, un país, una familia, una empresa, va perdiendo su prestigio, por su infidelidad a las normas que rigen la buena convivencia, y se puede llegar a una guerra, a una crisis económica, a los pleitos entre familias, y a las quiebras económicas; a todo esto estás expuesto, si no eres una persona de honor, si no tienes moralidad, si la tienes por algunas cosas sí y otras no, porque las normas hay que cumplirlas todas, para el buen funcionamiento tuyo como persona; son como los diez mandamientos de la Ley de Dios, que están inscritos en nuestros corazones; y la buena conciencia, es el fiscal que decide si haces bien o mal, si actúas moralmente o dejándote llevar por la pasión instintiva de vivir una vida de placer, sin querer saber nada de que tú debes ocuparte de ti mismo, que debes mantenerte, comiendo y bebiendo, durmiendo y trabajando, porque trabajar es también una condición humana, la primera que nos lleva a ser independientes, a poder sentirnos fuertes, sabiendo que uno mismo, a sí mismo puede darse su sustento y abrigo; por eso es necesario que cada quien se prepare para poder recibir de su trabajo todo lo necesario, e incluso, es importante que ayude a otros a ser dignos de vivir con lo que necesita para sobrevivir en este mundo, en esta tierra plena de riquezas que deberían estar bien repartidas y que podríamos adelantar más en esto, si tú te involucras en el proceso de cumplir con tu misión y dar de ti lo mejor, para que este mundo sea un mundo donde la inmoralidad deje de violar la ley de justicia, que cada quien tiene dentro de él, y la sabe, sobre todo cuando es cuestión de sí mismo. Y todos formamos un todo con Dios, porque tus cualidades, unidas a las de otros, pueden hacer un mundo mejor, dando Gloria a Dios, que nos creó, que creó la tierra y el cielo, que creó a la persona, a ti; porque nada no sale de nada, y al Todopoderoso que lo hizo todo, lo llamamos Dios, y este Dios es el mismo que te Ama y te dio alma, formando tu cuerpo en las entrañas de tu madre, de lo femenino, fecundado por lo masculino. La vida, cuando se sabe de qué va, la puedes disfrutar más y mejor, y la vida va de Amor, el Amor con que Dios ama su creación, y en ella puso su esencia para que viva, para que tenga esa armonía de la moral; y si falla la moral, se pierde el ritmo de la vida, se desborda la pasión, que no entiende de la razón, y tu vida se hace irracionable, llevando al caos lo que ha dejado de ser regido por la voluntad de Dios, que Él es bueno y siempre hace, hizo y hará el bien, lo moralmente encomiable; así que a ti te toca decidir el unirte a Dios y hacer como Él hace, hizo y hará, y dominando tu pasión, te propongas cumplir la moral, que hará que las cosas sigan el rumbo adecuado para crecer y vivir en el tiempo terreno, que conduce a todo y todos a un principio y fin de todo lo que está aquí; incluso las piedras tienen su tiempo, digamos de vida, porque el paso del tiempo las erosiona, con el calor del sol, y degrada su materia primera de fuerza compacta. Hay un tiempo en la tierra, como hay una moral, les guste o no a todos, pero es así, como así es que todos formamos parte del mismo Dios que nos creó y nos dio el Paraíso que perdimos.

Saber discernir y esperar

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Hay muchos que quieren dinero, quieren pareja, quieren una persona amiga… saben lo que quieren, pero NO CÓMO LO QUIEREN; y el primer billete, la primera persona que les atrae, el primer ser humano que les habla, creen que es la manera de ganar dinero, la persona elegida para compartir la vida, la amistad que les ayudará en fidelidad, y se engañan, porque, como dice el refrán popular; “no es oro todo lo que reluce“. Así que hay que saber cómo quieres ganar dinero, en qué deseas dedicar tu tiempo en la labor de ganar dinero, en qué quieres dar algo de ti a cambio de dinero, porque hay muchas maneras de recibir dinero y no todas son dignas, sino que hay maneras muy indignas de acceder al capital, porque hay quien se deja utilizar, y nadie tiene por qué utilizarte, ni tú tienes por qué utilizar a los demás, sino que hay que dar y recibir, dar con honor y recibir con honor, con esa dignidad moral de ser persona, de dar lo mejor de ti y querer lo mejor de otro; el éxito no está en las medianías, sino en la entrega total de dar todo lo mejor que tengas, de todo el bien que puedas hacer, de toda la bondad que puedas dar, porque tú tienes esa capacidad dentro de ti, la de ser bueno y hacer el bien y lo correcto; la de cumplir los diez Mandamientos de la Ley de Dios, esos que regulan el intercambio social y afectivo, de comunicarte con los demás y recibir su comunicación, en la más perfecta perfección, que es en el cumplimiento fiel de la Ley de Dios. No hay nada en ella que no sea grato a los demás o a ti mismo. Difícil, no niego que es difícil, y para algunos, más, porque quizás no les han enseñado, de pequeños, a dar lo mejor de sí mismos, y se han encontrado ahora, de adultos, con muchos desprecios y disgustos que, de haber ellos cumplido con la ley natural y la Ley de Dios, que está muy bien explicada, ahora tendrían éxito allí donde fracasaron; pero siempre es tiempo de primavera, de empezar una nueva experiencia de vida, la del perdón, la de perdonarse a sí mismo y a los demás, recordando, y sabiendo comprender, que se era, en algunas cosas, ignorante de la Ley, y por lo cual, no la cumplió, y en otras, era ignorante de esa fuerza que reside en la bondad, en el deseo de dar lo mejor de ti a la vida, a los demás, esa fuerza de voluntad para hacer el bien, para ser bueno y aceptar el mal y lo malo dando siempre la cara al viento, aun habiendo tormenta y tempestad, porque teniendo la calma interior de saber lo que quieres hacer, y haciendo lo correcto, puede venir un tifón, y tú seguir de pie, ante el timón que guarda tu alma de la perdición, y serena tu cuerpo de la mala tentación, por creer en las prioridades, en que es mejor dar que perder, y se pierde cuando uno guarda la fuerza de la bondad, porque nadie puede resistir siempre la bondad de tu deber de hacer el bien y lo bueno, lo correcto de cumplir con tu deber: ser bueno. Decide cómo tener éxito ganando tu dinero, cómo tener éxito eligiendo el mejor cónyuge para ti, cómo tener éxito compartiendo la buena y sana amistad de darse a los demás en el compañerismo; que la buena amistad, es ese compañerismo de la sinceridad y el perdón, que cada uno da al otro, dejándolo ser él mismo en sí mismo, y alimentándolo a dar lo mejor de sí mismo, por ser un buen amigo; que no es lo mismo un amigo que un novio, el amigo deja libre, el novio quiere ser exclusivo para ti, no puede compartirte porque quiere llegar a la boda, a la entrega total de sí mismo en el sí de ambos, ante Dios, que bendice a los cónyuges y hace un sacramento de su amor mutuo y libre, entregado para siempre, en la fidelidad de una vida con hijos, y ayuda mutua a la santidad; que es ser bueno el uno con el otro y los dos con Dios, al que han prometido un amor eterno en los dos para Dios. Y Dios bendice a los matrimonios que son capaces de vivir la fe, dar esperanza y hacer toda labor con caridad, para que el mundo sea mejor y así ellos tengan su éxito como familia, como Iglesia Doméstica, donde reinan el bien y lo bueno, haciendo lo correcto, que es cumplir con el deber de amar y amarse, de dar y darse, de aceptar recibir, y comprender y ayudar y ¡servir! Todo es posible en una familia de fe, porque allí donde hay dos, que están unidos en las buenas y en las malas que la vida da, reciben de Dios la felicidad en los momentos de alegría y la misericordia en los momentos de dolor; Dios mismo consuela de las faltas y errores que cada uno hace al otro, y los dos a la vida misma, porque Dios ama la intención y el deseo bueno del corazón de dos esposos que viven el uno para el otro, y ambos para los hijos, los padres de los dos, la familia y los amigos, vecinos, compañeros, y a todos los que tienen ocasión de encontrarse, mientras viven y se mueven en esta tierra, donde la paz se consigue luchando con uno mismo para el éxito de tener lo mejor, por dar lo mejor y esperar con fervor; ser receptores y portadores de la bondad, que siempre alegra a los demás. Aun los malos, que se burlan de la bondad de los buenos, notan su influencia en ellos, y sienten que quieren destrozar esa bondad; por eso, algunos que no hacen el bien, se hacen amigos de los buenos para destruirlos; por eso, siempre hay que elegir cómo servir, cómo deseas recibir el dinero o el amor o la amistad, porque en la calidad está la felicidad, más que en lo más accesible; por eso, espera, si aún no tienes dinero; no lo obtengas malamente, como tampoco aceptes un amor a primera vista, o porque no hay nada mejor a la vista; tú espera, porque hay en esta tierra, una persona semejante a ti, que te busca, y si es como tú, esperará a encontrarte; por eso, no te unas con prisas, sino que debes esperar a encontrar ese ideal que tienes en mente, un ideal conseguible, es decir, una persona semejante a ti, que tú eres conseguible, es decir, vives, ¡existes! Y lo mismo te digo de la amistad; es bueno tener amigos de verdad, y el tiempo es primordial en la amistad; no hay buena amistad si no ha pasado la prueba del tiempo. Todo éxito que quieras, es conseguible, Dios te lo da, pero debes saber obtenerlo y valorarlo, y saber discernir lo bueno de lo malo; no caigas en el error de muchos, de confundir dinero con capital, ni amor por sólo pasión, ni amistad por compañerismo; hay mucha diferencia; el capital son monedas para comprar, el dinero es intercambio de bienes, sea en trabajo como en mercancía; el amor es amar a la persona integralmente: cuerpo y alma, carácter, personalidad y sus circunstancias y familia, que siempre va la familia incluida en el matrimonio; y tarde o temprano saldrán los hermanos, los padres y demás familia, a interceder en vuestras vidas; eso es así, y si quieres ser feliz, tenlo en cuenta, y haz planes para dar lo mejor de ti y protegerte a ti y a tu familia de los que aún no han aprendido a hacer siempre el bien y lo bueno, lo correcto. Y en cuanto a la amistad, igual, la amistad jamás se busca; el amor romántico sí que lo puedes buscar, pero la amistad viene dada por las circunstancias; nadie pone un cartel que dice: “quiero un amigo, busco amistad”, porque en la amistad, tiene que haber empatía y circunstancias en donde puedas entregar y recibir tiempo de mutua compañía. El amor puede buscarse lejos de ti y acercarlo con las circunstancias de un noviazgo bueno, para conoceros y ver la posibilidad de amaros. No quieras ser amiga de un novio, o amigo de una novia; no hay amistad en el amor, porque hay mucha pasión y celos, si es auténtico; el amor que lleva a prometerse ante el altar mutua fidelidad, es exclusivo y no va por el camino de ser amigos, sino que se tiene muy claro que uno es masculino y la otra femenina, porque el amor conyugal va a la descendencia, y siempre se hacen los hijos por la unión de dos sexos distintos; por eso, si amas a una persona para llevarla al altar, jamás hay amistad, es otra cosa el amor, el amor es más que amistad.

Lazos de sangre

Te habla Montserrat Bellido Durán, para tu éxito: Es preciso que, para triunfar, sepas vivir la pobreza; porque tienes que ahorrar, no puedes malgastar, aunque sea en lo lícito, todo el capital que te entra; tienes que tener un plan de ingresos, de gastos y de ahorros; no te digo, como muchos dicen, que debes dar dinero por caridad, porque si estás empezando a labrar tu porvenir, el primero que necesita de su dinero eres tú; pero sí te digo que hagas algo por los demás, algo salido de ti, que eso es más fructífero que dar dinero; puedes visitar a enfermos, a niños, a ancianos, puedes escribirles cartas, que nadie les manda, de puño y letra, porque la caridad primera es la ESPERANZA; si sabes dar esperanza, tendrás esperanza, y ella te mantendrá en forma. No te olvides nunca de tu familia, busca entre tu familia a quien necesite compañía, quizás tus abuelos, o tus padres, quizás tus hermanos, primos, tíos, o hijos… Empieza ayudando a tu familia, sobre todo a tu familia; aunque no quieran, tú puedes ayudarlos sin que lo sepan, soportando sus críticas, aguantando su mal humor; ¡hay tantas cosas que puedes hacer por la familia!, y es importante que lo hagas, porque los lazos de sangre existen, hay realmente un vínculo de sangre, por el que los descendientes reciben de lo que los antepasados han hecho. Así que procura tu éxito no desatendiendo a la familia; tienes que ser sal, ¡eso es bien cierto!, y tienes que ser luz, eso también es verdad. Para prosperar en tu éxito, vas a tener que hacer unos ajustes de conducta que quizás nadie te ha enseñado, pero que son de la más pura lógica para ser un próspero ser humano. Y cuando tengas dinero, ¡que lo tendrás!, luego sí que debes dar algo a los demás, empezando por la familia, para su bienestar, porque si tu familia está bien, tú también lo estarás, porque sois parte de una misma sangre. ¿Cuánto dinero debes dar?, eso depende, porque habrá temporadas que necesitarán más de ti, porque, por ejemplo, alguien de tu familia está sufriendo por falta de trabajo o por enfermedad; entonces necesitará una cantidad; dale lo que puedas y lo que quieras; sabes bien que tú tienes tu propia conexión personal con Dios, pues, con Él lo decides; y si estás casado, lo consultas con tu cónyuge, que no por hacer caridad, pongas enemistad en tu casa; por eso elige para casarte una persona muy semejante a ti, que crea en la bondad, que practique la caridad. En cuestión de educar a tus hijos, ellos, SIEMPRE tienen que ganarse la paga semanal, porque les enseñas que la vida nunca da nada por nada, y los preparas para que no tengan futuros desengaños, como pasan los de la generación del capitalismo; ahora toca hacer un nuevo mundo, un mundo mejor, el mundo de la sabiduría, que diferencia entre el bien y el mal, y tus hijos deben saber cumplir con su deber, el deber primario de cuidarse y cuidar de lo suyo, de su persona y cosas, como de las personas y cosas de la familia; así que enseña a tus hijos que reciben, si dan, si dan lo mejor de sí mismos, no sólo en las obras sino también en las palabras; que empiecen, cuanto antes, a respetar a los demás, a dejar a las personas, libres, y en esa libertad, aguantar que, a veces, la gente es tentada y es débil, y a veces tiene mal humor, o sufre por algún desamor y hace mala cara; ¡pues ellos que den su mejor cara!, tienen que aprender lo que es la mortificación, porque somos personas de familia, no hemos nacido en una isla; formamos parte de un hogar y nos necesitamos unos a otros, sí, porque todos formamos parte de la familia, somos familia de sangre y debemos compartir el mismo destino; por lo cual, da ventajas a los que ayudan a otros a ser mejores, a hacer el bien y lo correcto, a cumplir con su deber, porque hay un deber que hacer siempre, el de sacar de uno mismo lo mejor, aguantando lo peor de los demás, porque cada uno tiene la resistencia del amor, ese amor que recibe de Dios en la intimidad. Hagamos una familia feliz.